Los fuertes vientos y lluvias del huracán Irma comenzaron desde ayer a dejarse sentir en Florida, donde se ordenó el desalojo de 6.3 millones de personas, ante el cambio de ruta del meteoro, que se alejó lentamente de Cuba tras dejar cuantiosos daños y decenas de muertos en El Caribe.
Las bandas externas de Irma, degradado a categoría 3 tras haber tocado tierra el viernes por la noche en la costa norte de Cuba, se sentían ayer en los Cayos, donde se esperaba al huracán desde las primeras horas de hoy, y en el sur de la península de Florida.
La cantidad de personas que recibieron la orden de desalojo equivale a más de la cuarta parte de la población. Las autoridades habilitaron nuevos refugios y alertaron que el momento de desalojar se agotaba.
El cambio de ruta, más hacia el oeste, de Irma, un huracán categoría 3 que podría aumentar su potencia en las próximas horas, llevó a las autoridades de Florida a aumentar la cifra de desalojados. Miles de personas se encontraban ya sin electricidad, según el reporte de anoche del diario The Washington Post. “Una vez que la tormenta llegue, las autoridades ya no podrán salvarlos”, advirtió ayer el gobernador Rick Scott, quien llamó a los residentes a protegerse de lo que llamó ciclón “asesino”.
“Será extremadamente difícil sobrevivir si usted está en Los Cayos”, insistió, tras señalar que “nuestro estado nunca ha experimentado nada de esta magnitud”. Recordó que se prevé que el nivel del mar aumente hasta 3.6 metros en varias zonas de la costa y dijo que el agua puede llegar a cubrir casas enteras.
En Florida hay 260 refugios abiertos para los evacuados, a los que se sumarán 70 más, donde ya están a salvo más de 50 mil personas y, según Scott, hay “espacio para más”.
El presidente Donald Trump indicó: “Parece que Irma va a ser un [huracán] realmente malo. Pero estamos tan preparados como se puede estar para algo así”.
Meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos advirtieron para esta madrugada de “vientos de huracán de categoría mayor en los Cayos de Florida”, donde las playas ya registran un fuerte oleaje. Las autoridades trasladaron ayer a 460 presos del archipiélago hasta tierra firme como medida de precaución, informó la oficina del sheriff. Varias ciudades y condados del sur de Florida decretaron ayer, a partir de las 19:00 horas locales, un toque de queda de 12 horas, incluyendo Miami.
Irma sembró la destrucción en el centro y este de Cuba como huracán de categoría cinco, con vientos de más de 200 kilómetros por hora. Aunque se alejó de las costas cubanas y hasta anoche no se habían registrado decesos, se prevé que hasta esta tarde La Habana y las provincias vecinas de Mayabeque y Artemisa sigan sintiendo los efectos, especialmente con olas de hasta ocho metros. Por ello, Defensa Civil decidió mantener en estado de alarma a las tres provincias, el máximo nivel de alerta en Cuba.
Según las autoridades cubanas, Irma “afectó gravemente” las provincias de Camagüey (este) y Ciego de Ávila (centro), en las últimas 24 horas y especialmente los “cayos”: islotes turísticos que bordean el litoral y que prácticamente quedaron cortados la noche del sábado.
Previamente, el meteoro devastó las islas del Caribe, donde dejó a su paso 25 muertos, la mayoría en la isla de San Martín y en las islas Vírgenes Británicas. En la isla de Barbuda, el primer ministro Gaston Browne dijo que 95% de edificios estaban dañados.
La zona, donde rescatistas trabajan a contrarreloj, está bajo la amenaza del “peligroso” huracán José, de categoría 4, que sigue su avance por el Caribe, informó el CNH. Están en riesgo territorios como San Martín y San Bartolomé.
