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Londres.— La autoridad de transportes de Londres no renovará la licencia de Uber para operar en la capital británica, según anunció ayer, y la firma de transportes solicitados por app prometió que apelaría la decisión mientras batalla para asegurar su futuro en la capital británica.
Es el último capítulo en la inestable historia de Uber con las autoridades de transporte londinenses, que han sometido a la compañía tecnológica basada en San Francisco a un mayor escrutinio ante preocupaciones por la seguridad del pasajero.
Uber dijo que la decisión era “extraordinaria y errónea” y tiene 21 días para apelar el fallo. La compañía puede seguir operando durante el proceso de apelación.
Al anunciar su decisión, Transport for London, conocido como TfL, citó “varias infracciones que pusieron en peligro a los pasajeros y su seguridad”. Entre otros motivos, conductores no autorizados realizaron miles de viajes, dijo el organismo. La licencia expiraba ayer a medianoche.
“Aunque reconocemos que Uber ha hecho mejorías, es inaceptable que haya permitido que pasajeros se suban a radiotaxis que posiblemente no tengan licencia ni seguro”, dijo Helen Chapman, la directora de licencias y regulación en TfL.
“No tenemos suficiente confianza en que no se reproducirán problemas similares en el futuro”, agregó.
Este rechazo es el último revés para las operaciones de la compañía californiana en Londres, desde las protestas de los conductores de los tradicionales taxis negros hasta una anterior suspensión de permisos en 2017.
En septiembre, se le había concedido una prórroga de dos meses.