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Washington.— El ex director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), James Comey, ignoró normas de la entidad en las investigaciones de 2016 sobre los correos electrónicos de la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, pero no tuvo motivaciones políticas, afirmó un informe divulgado ayer y que, según Comey, refuerza la credibilidad del ente.
Según la oficina del inspector general del Departamento de Justicia, “en momentos esenciales el entonces director Comey optó por desviarse de las normas y procedimientos del FBI y en cambio siguió su propio proceso subjetivo de toma de decisiones”, como cuando decidió no mantener al tanto a altos cargos de Justicia y optó por informar al Congreso de que reabría las pesquisas sobre Clinton a 10 días de los comicios.
Sin embargo, no se halló ninguna evidencia de motivación política para influenciar el resultado de la elección, en la que Clinton fue la candidata presidencial demócrata.
El entonces director del FBI provocó un terremoto político al reabrir las pesquisas sobre las denuncias relativas a la eliminación de correos electrónicos de un servidor privado que Clinton utilizó cuando era secretaria de Estado.
Clinton consideró que esa decisión fue una de las causas de su derrota ante Donald Trump, pues antes Comey había dicho que la demócrata no había cometido en ese caso ningún delito capaz de hacerla pasible de un proceso criminal.
Sin embargo, luego de las elecciones el nuevo presidente y Comey entraron en ruta de colisión cuando el director del FBI inició una investigación sobre la alegada colusión del comité electoral de Trump con funcionarios rusos durante la campaña. Comey fue despedido.
El ex director del FBI afirmó en un artículo publicado por el diario The New York Times que aunque no comparte algunas de las conclusiones del informe, éste “sirve tanto para proteger como para construir el depósito de confianza y credibilidad necesario para que el Departamento de Justicia y el FBI sigan fuertes e independientes y continúan su buen trabajo por nuestro país”.
El actual director del FBI, Christopher Wray, aseguró que “nada en este informe pone en tela de juicio la integridad de nuestra fuerza de trabajo en general o del FBI como institución”.
El informe también recoge conversaciones de funcionarios del FBI mostrando su oposición a Trump.