El país presentó una ligera mejoría, al avanzar tres lugares en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019 . Se ubica en el sitio 144 (de 180, donde los primeros son para aquellos país donde la situación de la prensa es positiva), cuando en la clasificación 2018 se encontraba en el 147.
Según el reporte, la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia el 1 de diciembre de 2018, “tras una campaña electoral marcada por innumerables agresiones a periodistas en todo el país... calmó un poco la tensión entre el gobierno y la prensa mexicana”.
Ello, aunado a que bajó la cifra de asesinatos de miembros de la prensa -en 2017 registró 11 casos-, explica el progreso.
Aún así, México es el país sin conflicto bélico más peligroso para ejercer el periodismo .
Reporteros Sin Fronteras
(RSF) señala que la violencia y el miedo son cotidianos en México, que describe como “patria de los cárteles de la droga” y donde han sido asesinados dos periodistas en lo que va de 2019.
El informe detalla que “si los periodistas cubren temas relacionados con la corrupción de las autoridades [sobre todo los gobiernos locales] o con el crimen organizado, padecen intimidaciones, agresiones, pueden ser asesinados a sangre fría”.
La organización expresa su preocupación por el hecho de que “numerosos periodistas han desaparecido en el país; muchos otros se han visto obligados a exiliarse para ponerse a salvo”.
Uno de los principales problemas que detecta RSF en México es el de la impunidad que, dicen, “alcanza niveles récord y alimenta el círculo vicioso de la violencia”.
Otro fenómeno que caracteriza al país es, según RSF, una “extrema concentración” de medios, donde “dos grupos poseen casi todos los canales de televisión”.
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