San José.— El ingeniero civil Martín Alberto Vizcarra Cornejo asumió ayer como noveno presidente de la era democrática de Perú, frente a una de las más graves y convulsas crisis domésticas de los últimos 30 años, y clamó ante el Congreso Nacional y millones de peruanos que la justicia castigue a los culpables de “cualquier tipo de irregularidad”, pero abogó por “marcar el punto final de una política de odio y confrontación” y por lograr “un pacto social” en contra de la corrupción.
A las 13:04 horas de Perú (12:04 en el centro de México), Vizcarra —casado con la peruana Maribel Díaz, con cuatro hijos y de 55 años cumplidos el pasado jueves— juró ante el pleno del parlamento unicameral como el sucesor de Pedro Pablo Kuczynski, conocido como PPK, obligado a renunciar el pasado miércoles por uno de los más graves escándalos de corrupción política en este país, de unos 32 millones de habitantes.
“Tengo claro lo que hay que hacer y cómo hacerlo. Tengo la firmeza, apertura al diálogo y la determinación para conducir al país por el camino correcto. Propongo a ustedes, congresistas, y ante todos los peruanos de cualquier ideología y credo, un pacto social que nos comprometa a fin de luchar sin distingo alguno contra la corrupción e impulsar el desarrollo”, puntualizó en su primer mensaje al país, en el que prometió “tiempos mejores”, y defender “la integridad física y moral de Perú”, país al que guiará hasta el 28 de julio de 2021.
Un minuto después de jurar, el presidente del Congreso, Luis Fernando Galarreta Velarde, le impuso la banda presidencial. Previo, el parlamento aceptó la renuncia de PPK.
El acto concitó la expectación interna y externa por la aguda crisis institucional en la que Perú cayó en las últimas semanas por el escándalo en torno a PPK por supuesta corrupción al negar y después admitir que recibió más de 4.7 millones de dólares por asesorías a la constructora brasileña Odebrecht de 2004 a 2013, por lo que Kuczynski prefirió renunciar a quedar expuesto a ser destituido por el Congreso por “incapacidad moral permanente”, aunque está en líos judiciales.
Tras la entonación del himno de Perú, Vizcarra dio su primer mensaje como presidente, que se prolongó por unos 15 minutos, a sus “hermanos peruanos” y “en este difícil momento que atraviesa el país para transmitirles mi más absoluto compromiso y lealtad” con Perú y su Constitución.
De seguido, advirtió que “ameritan que se esclarezcan responsabilidades y que cualquier tipo de irregularidad sea penada como corresponde. La justicia deberá actuar con independencia, responsabilidad y celeridad. Pero al mismo tiempo, lo que ha sucedido, debe marcar el punto final de una política de odio y confrontación”.
Gabinete, en breve. Tras informar que a la brevedad designará un gabinete ministerial “completamente nuevo”, lanzó otra advertencia para rescatar la gobernabilidad institucional. “No va a temblarnos la mano para llevar adelante las medidas necesarias para sacar a Perú de la situación actual.
“Nuestro horizonte”, prosiguió, “es el de un país estable con crecimiento ordenado y equitativo. Debemos avanzar rápido en este camino. Nuestro proyecto económico es conducir a Perú por la senda de la credibilidad y estabilidad. Por eso vamos a mantener lo que está bien, modificar lo que se puede mejorar y emprender lo que no se ha hecho hasta ahora”. “A los jóvenes quiero decirles que hemos enfrentado problemas aún más grandes que los que enfrentamos hoy. No pierdan la fe en sus instituciones. Permítanme demostrarles que Perú es mas grande que sus problemas”, subrayó.
Por su parte, la Cancillería peruana confirmó que se mantiene la Cumbre de las Américas, prevista para el 13 y 14 de abril en Lima, y en la cual se espera la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
