Lima.— El gobierno peruano declaró ayer el estado de emergencia en tres regiones de la Amazonía debido a los incendios forestales que han dejado 15 muertos y cerca de un centenar de heridos. Los siniestros han arrasado más de 3 mil hectáreas, incluyendo terrenos agrícolas y áreas naturales.
La presidenta Dina Boluarte anunció la medida en un mensaje televisado desde el Palacio de Gobierno, informando que las regiones para las que se aplica la medida son San Martín, Amazonas y Ucayali. Boluarte señaló que los incendios tienen un origen humano, aunque también están siendo exacerbados por el cambio climático y la sequía.
“Esto (los incendios forestales) no lo provoca ni el gobernador ni la presidenta”, dijo Boluarte, a quien la víspera el Congreso le negó permiso para viajar a los Estados Unidos a la Asamblea General de Naciones Unidas este mes.
El gobierno informó que hay más de 20 incendios activos en 22 de las 24 regiones del país y que estos han destruido más de 3 mil hectáreas de cultivos y áreas naturales.
Según la Defensa Civil, al menos 15 personas han muerto —10 durante las últimas semanas— y otros 98 han quedado heridos a causa de estos incendios, además, más de mil 800 personas tienen afectados sus medios de vida. El mismo informe también señala que al momento el sector ganadero ha perdido 334 animales, mientras que más de 4 mil 300 animales han quedado afectados.
El primer ministro de Perú, Gustavo Adrianzén, pidió al Congreso que reconsidere la decisión de negar la autorización a la presidenta Dina Boluarte para que viaje a Estados Unidos y, de este modo, pueda asistir a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Adrianzén expresó su confianza en que el Congreso acoja esta petición
En Bolivia, los incendios forestales también tienen asolado al país, Hay 38 incendios acivos en cuatro municipios.
En lo que va del año los incendios han devastado unas 3,8 millones de hectáreas de bosques y pastizales, según la información oficial, aunque instituciones privadas reportan más de 4 millones las afectadas.
De acuerdo con el director del Centro de Estudios Jurídicos y Sociales (Cejis), Miguel Vargas, varios pueblos indígenas de las tierras bajas de Bolivia están condenados a “desaparecer” por efecto de los incendios forestales y el desplazamiento forzado que deben realizar para preservar sus vidas.
Las comunidades indígenas asentadas en los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, en el oriente y la Amazonía del país, pasan por una “situación crítica”, ya que están “amenazadas y presionadas por la presencia del fuego”, mencionó Vargas.
Algunos pueblos con mayor afectación son el ayoreo, en Santa Cruz; Tsimane y Sirionó, en Beni, además del Ese Eja, en el departamento norteño de Pando. Vargas mencionó que en los últimos cinco años “el fuego ha alcanzado de manera directa 45 territorios indígenas de los 58 reconocidos por el Estado boliviano, de los que siete tienen una afectación importante”. Agencias