Washington.— El Pentágono se retractó de su defensa de un ataque con drones que mató a varios civiles en Afganistán el mes pasado, y anunció ayer que una revisión concluyó que civiles murieron en el hecho, no un extremista del Estado Islámico (EI) como se creía al principio.

“El ataque fue un error trágico”, dijo el jefe del Mando Central de Estados Unidos, general Kenneth F. McKenzie, en una conferencia de prensa en el Pentágono. Durante días, después del ataque del 29 de agosto, los funcionarios del Departamento de Defensa afirmaron que se había llevado a cabo correctamente, a pesar de que 10 civiles murieron, incluidos siete niños.

El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, explicó en un comunicado que McKenzie le informó que el ataque pretendía dirigirse contra una amenaza inminente para el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul, pero resultó ser un error y provocó la muerte de civiles.

Añadió que el departamento sabe que no había conexión entre Ahmadi y el EI y que sus actividades eran completamente inofensivas y no estaban relacionadas con la amenaza inminente contra la que se dirigía el ataque: “El señor Ahmadi es sólo una víctima inocente como lo fueron los demás que murieron trágicamente” en este incidente, añadió Lloyd.

“Nos disculpamos y nos esforzaremos por aprender de este horrible error”, declaró el secretario de Defensa.

McKenzie dijo que el vehículo fue golpeado con la convicción sincera de que representaba una amenaza inminente: “Ahora estoy convencido de que hasta 10 civiles, incluidos hasta siete niños, murieron trágicamente en ese ataque”, indicó.

“Evaluamos que es poco probable que el vehículo y los que murieron estuvieran asociados con el EI o una amenaza directa para las fuerzas estadounidenses”, agregó refiriéndose a la filial del grupo Estado Islámico en Afganistán. McKenzie se disculpó por el error y dijo que Estados Unidos está considerando algún pago a la familia de las víctimas.

El general Mark Milley, jefe del Estado Mayor Conjunto, expresó su pesar: “Esta es una horrible tragedia de guerra y es desgarrador”, dijo a los periodistas que viajaban con él por Europa.

“Estamos comprometidos a ser completamente transparentes sobre este incidente”, indicó.

“En un entorno dinámico de alta amenaza, los comandantes en el terreno tenían la autoridad adecuada y tenían una certeza razonable de que el objetivo era válido, pero después de un análisis más profundo posterior al ataque, nuestra conclusión es que murieron civiles inocentes”, agregó Milley.

Los relatos de la familia, los documentos de colegas vistos por The Associated Press y la escena en la casa de la familia, donde el auto de Ahmadi fue alcanzado por un misil justo cuando se estacionaba en la entrada, todos mostraban la imagen de una familia que había trabajado para los estadounidenses y estaban tratando de obtener visas para Estados Unidos. El ataque aéreo fue el último de una guerra que terminó como había comenzado en 2001, con los talibanes en el poder en Kabul.

Lloyd añadió que ha ordenado al Comando Central una investigación a fondo para dilucidar lo ocurrido y prometió que los responsables rendirán cuentas por el error.

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