Madrid.— El presidente del gobierno en funciones de España, Pedro Sánchez, mantuvo ayer en la cumbre del clima de Madrid breves encuentros con personalidades políticas estadounidenses como Al Gore y John Kerry.
Sánchez celebró a lo largo de la tarde seis reuniones bilaterales con personalidades políticas e institucionales. Sánchez conversó con el exvicepresidente y el antiguo secretario de Estado de EU, Al Gore y John Kerry, respectivamente; el precandidato demócrata y multimillonario empresario Michael Bloomberg; el presidente de la Asamblea General de la ONU, Tijjani Muhammad-Bande; el director general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.
En su cuenta de Twitter, Sánchez calificó de “productivo” su encuentro con Gore, en el que trataron del problema de la reforestación en España y EU, la eficiencia energética, la movilidad del futuro y su repercusión en la creación de empleo.
También en esta red, Sánchez informó de que la reunión con Bloomberg, que visitó la cumbre para presentar sus planes para paliar la emergencia climática, se centró en la situación política en Estados Uniodos y en la economía colaborativa. Según una nota posterior a los encuentros difundida por la Presidencia del gobierno español, con John Kerry, Sánchez conversó sobre “World War Zero”, el proyecto para afrontar el cambio climático que ha presentado en la COP25.
Al presidente de la Asamblea General de la ONU, Sánchez le ofreció el apoyo de España para la celebración del 75 aniversario de Naciones Unidas y le trasladó la necesidad de impulsar el multilateralismo para abordar la emergencia climática. Y con el presidente de la FAO, Sánchez abordó el impacto de la crisis del clima en la agricultura y la lucha contra el hambre, así como el papel de las nuevas tecnologías en la agroalimentación. La ronda de reuniones se cerró con Frans Timmermans, con quien debatió sobre el papel de liderazgo que debe asumir la Unión Europea en la lucha contra la emergencia climática, con el horizonte de la neutralidad carbónica para 2050.
Durante la jornada, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, tildó de “mocosa” a Greta Thunberg, después que la joven activista condenara el asesinato de dos indígenas en la Amazonía.