Madrid, España.- Llegó al poder en 2018 con una jugada de malabarista, ganó las elecciones en abril y confió en su buena estrella, pero se estrelló con unos rivales que no se lo pusieron fácil para ser investido presidente del gobierno. Es la historia de Pedro Sánchez , el líder socialista español.
El secretario general del PSOE, un economista madrileño de 47 años y padre de dos hijas, parecía haber conseguido lo más difícil el 28 de abril, cuando ganó de forma clara las legislativas españolas, después de que muchos lo hubieran dado por muerto políticamente.
Pero en cinco meses sólo sumó a los 123 escaños de su partido (de un total de 350 en la cámara baja) el apoyo de un único diputado de otra formación.
Sus rivales sospechan que "tenía una estrategia desde el primer minuto para ir a elecciones" de nuevo, como dijo Albert Rivera, líder del partido liberal Ciudadanos.
Pero sobre todo, Sánchez deja en herencia una monumental pelea con Podemos, su gran competidor a la izquierda del tablero político español, y en teoría "socio preferente".
Fue incapaz de amarrar su apoyo, indispensable para articular una mayoría que le permitiera ser investido presidente y evitarle al país las cuartas elecciones legislativas en cuatro años.
Con amargura, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, lo retrató esta semana: "es verdad que Pedro Sánchez es alguien frío".
La resurrección
Su carrera política parecía finiquitada después de cosechar los peores resultados de la historia moderna del PSOE en las elecciones de 2015 y 2016.
Dos años después, el 1 de junio de 2018, alcanzó el poder tras protagonizar la primera moción de censura exitosa de la historia de España contra el conservador Mariano Rajoy, torpedeado por un escándalo de corrupción en su partido.
Recién llegado al poder, este político adepto a los giros de guión decidió fichar como jefe de gabinete a Iván Redondo, un consultor político que previamente trabajó para el conservador Partido Popular, y al que se atribuye un rol fundamental en la construcción del relato de Sánchez.
La heteróclita mayoría que lo encumbró --Podemos, nacionalistas e independentistas vascos y catalanes-- implosionó sin embargo en febrero después del portazo de los separatistas catalanes a sus presupuestos, y precipitó la convocatoria de elecciones de abril.
En ellas la izquierda se movilizó masivamente, ante los augurios de un posible tripartito del PP, Ciudadanos y la extrema derecha de Vox.
Una victoria que a la postre resultó en un doble fiasco.
El primero en julio, cuando el PSOE ofreció a Podemos una coalición de gobierno rechazada por la izquierda radical por considerarla insuficiente, y el segundo este martes, cuando el rey Felipe VI constató que Sánchez no tiene suficientes apoyos para ir a una segunda investidura, lo que aboca a España a nuevas elecciones el 10 de noviembre.
"Ha sido imposible cumplir con el mandato electoral de los españoles del pasado 28 de abril. Lo he intentado por todos los medios, pero nos lo han hecho imposible", reconoció un apesadumbrado Sánchez.
"Manual de resistencia"
Los sobresaltos son en cualquier caso la "marca registrada" de este político que en su juventud fue jugador de baloncesto (mide 1m90) y estudió economía en Madrid y Bruselas.
Sánchez, por entonces casi desconocido, emergió como líder del PSOE en 2014 ganando las primeras primarias en la historia del partido.
En plena parálisis política después de las elecciones de diciembre de 2015, ganadas por Rajoy, intentó infructuosamente formar gobierno con el apoyo de Ciudadanos y Podemos.
Y después de un batacazo todavía mayor en las elecciones de junio de 2016, se vio defenestrado del liderazgo socialista en una rebelión interna de su partido.
Volvió por la puerta grande en mayo de 2017, después de haber hecho campaña en coche por toda España con un puñado de fieles para seducir a los militantes socialistas que lo reconducirían al frente del partido.
Un triunfo de la obstinación que él mismo relata en un libro titulado "Manual de resistencia", el primero publicado por un jefe de gobierno español en ejercicio, aunque escrito por una allegada suya, la secretaria de Estado de España Global Irene Lozano.
Una vez en la Moncloa, Sánchez dio varios golpes de efecto, conformando por ejemplo el gobierno más femenino en la historia de España y aumentando el salario mínimo un 22%.
Eso sí, fracasó en la exhumación del dictador Francisco Franco de su faraónico mausoleo y en su intento de diálogo con los independentistas catalanes.
Nacido el 29 de febrero de 1972 en Madrid en una familia acomodada, hijo de un empresario y una funcionaria, Pedro Sánchez Pérez-Castejón se afilió tempranamente al PSOE y fue concejal municipal de la capital española entre 2004 y 2009 antes de convertirse en diputado.