Paul Manafort
, exjefe de campaña electoral de Donald Trump, fue un experto en cabildeos y estratega que siempre actuó en las sombras.
Sentenciado a 47 meses de prisión por el juez T.S. Ellis , durante una audiencia en Alexandria , Virginia, Manafort , de 69 años, comenzó su polémica carrera hace casi medio siglo.
Las relaciones de Manafort con el poder comenzaron en 1970, cuando actuó como asesor para el presidente Gerald Ford . Una década más tarde, se desempeñó como estratega y asesor de Ronald Reagan en la Casa Blanca.
Sin embargo, a partir de ese punto, Manafort se llevó su agenda de contactos a la iniciativa privada, y pasó a defender en Washington los intereses de líderes y dirigentes extranjeros deseosos de tener un contacto en la capital estadounidense.
Fueron sus contactos con Ucrania los que dejaron a Manafort en el centro de las atenciones del fiscal especial Robert Mueller , quien investiga la alegada colusión de la campaña presidencial de Trump con Rusia en 2016; acusaciones que lo condenarían después de que la fiscalía lo acusó de haber ocultado al gobierno de Estados Unidos los millones de dólares que ganó como consultor del gobierno del expresidente Viktor Yanukovych.
A finales de 2017, Mueller inculpó a Manafort de 12 cargos, incluyendo "conspiración contra Estados Unidos ", lavado de dinero proveniente de Ucrania y falso testimonio ante agentes del FBI .
A partir de 2014, después que Yanukóvich se asiló en Rusia , Manafort perdió un cliente importante, y por ello decidió volver a actuar en la política interna estadounidense, impulsado por un viejo asociado, el controvertido Roger Stone , quien luego lo convenció a sumarse a la campaña de Trump .
En junio de 2016, Trump había literalmente pulverizado a sus adversarios dentro del partido Republicano y se encaminaba a una espectacular victoria en la elección interna para decidir el candidato presidencial.
Sin embargo, el comité de campaña de Trump percibió la posibilidad de una alianza de última hora entre sus adversarios en la Convención Nacional del partido, y decidió reorganizar su equipo para evitar una sorpresa.
Por ello, desalojó de la conducción de la campaña a Corey Lewandowski (un expolicía sin ninguna experiencia política) y nombró a Manafort , con la tarea de garantizar que la votación en la interna del partido Republicano sellara la candidatura de Trump .
No obstante, los lazos con Ucrania (y los pagos millonarios) se tornaron públicos y en agosto de 2016 Manafort fue forzado a dar un paso al costado.
El veterano estratega conservador renunció el 19 de agosto y recibió a modo de despedida un elogio del entonces candidato presidencial: " Paul es un verdadero profesional y le deseo un gran éxito".
Sin embargo, en marzo de 2017, cuando las investigaciones de Mueller comenzaron a concentrarse en Manafort , la Casa Blanca comenzó a marcar distancia del "verdadero profesional".
La inculpación contra Manafort conocida entonces, no se refiere a actividades ilegales del comité de Trump , sino a delitos cometidos por Manafort aún cuando era el máximo responsable por la campaña electoral.
Manafort
, con un cabello visiblemente más gris que hace pocos meses, fue llevado a la corte en una silla de ruedas y sosteniendo un bastón, vistiendo un mameluco naranja con las palabras "Reo de Alexandria" en la espalda. La imagen distaba mucho de su usual apariencia elegante y con estilo.
Foto: AP
Manafort
enfrenta también una sentencia en un caso separado en Washington el 13 de marzo próximo, por dos cargos de conspiración de los que se declaró culpable en septiembre pasado.
Si bien se enfrenta a un máximo de 10 años de prisión en el caso de Washington , la jueza de distrito Amy Berman Jackson podría potencialmente sumar su sentencia al tiempo de prisión que Ellis impuso, de 47 meses en Virginia , en lugar de permitir que las sentencias se cumplan simultáneamente.
Con información de agencias.
agv