Lisboa.— El Parlamento de Portugal aprobó ayer la redacción final de un proyecto de ley que autoriza la eutanasia y el suicidio con asistencia médica para enfermos terminales y personas gravemente heridas.
La iniciativa de ley pasará ahora al presidente, que podría intentar bloquearla. Marcelo Rebelo de Sousa deberá decidir en las próximas semanas si sanciona la ley, la veta o la somete a revisión por la Corte Constitucional.
Los legisladores aprobaron por 136 votos a favor y 78 en contra, con cuatro abstenciones, un proyecto de ley que combina cinco proyectos sobre el derecho de morir aprobados en febrero.
Una vez aprobados, los proyectos fueron a comisiones que elaboraron los aspectos administrativos y otros detalles del proceso de eutanasia y los unieron en una única iniciativa de ley.
La Constitución portuguesa sostiene que la vida humana es “sacrosanta”, aunque el aborto es legal desde 2007.
En caso de veto presidencial, los diputados pueden superarlo mediante una segunda votación, se informó.
La eutanasia significa que un médico suministra drogas fatales a un enfermo, mientras que en el suicidio con asistencia médica el enfermo se administra un fármaco bajo supervisión de un médico. Varias naciones de la Unión Europea han autorizado la eutanasia y el suicidio asistido.
La vecina España también dio un paso en esta dirección el pasado diciembre, pero el proyecto gubernamental todavía debe recibir la luz verde del Senado, previsiblemente antes de finales de marzo.
En octubre, el Parlamento portugués rechazó un proyecto de referéndum relacionado con la eutanasia, tras una petición de la Federación por la Vida, que había recabado cerca de 100 mil firmas.