Han pasado ya dos años desde aquella terrible masacre estudiantil en Parkland, Florida, que segó la vida de 17 personas y dejó heridas a otras 14 en la secundaria Marjory Stoneman Douglas (MSD) a manos de un joven aparentemente perturbado y resentido, llamado Nikolas Cruz, quien en ese momento tenía 19 años y hoy, a sus 21, aún se encuentra técnicamente en prisión preventiva, toda vez que su defensa ha logrado retrasar su juicio.
La última fecha fijada era el 27 de enero de 2020, pero un juez concedió un nuevo retraso para el verano de este año. Muchas cosas han cambiado desde entonces en esa localidad metropolitana habitada por 24 mil personas en el condado de Broward, pegado al de Miami-Dade y muy cercano a la ciudad de Coral Springs, donde viven la mayoría de los estudiantes de la escuela MSD.
Aunque el ataque dejó una herida imborrable, también levantó la consciencia de cientos de jóvenes, quienes desde entonces tomaron la decisión de no guardar silencio y enfrentarse a cualquier persona, grupo, poder o gobierno para protestar y luchar constantemente contra el uso de armas de fuego, al menos en su querido estado, Florida; y ponerse de ejemplo para que otras ciudades y estados de la Unión Americana los sigan.
La herida permanece, pero su voluntad cada año que pasa se agiganta; aun ante el poderío de su principal enemigo la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en ingles), fundada en Nueva York en 1871 y considerada la asociación de derechos civiles más antigua de Estados Unidos y de la que el presidente Donald Trump es miembro activo.
De esta terrible experiencia nació casi inmediatamente después el grupo “March For Our Lives” (MFOL, o Marcha por Nuestras Vidas” en español), liderado por jóvenes menores de edad que decidieron no guardar silencio ni cruzarse de brazos para exigir a gobernantes locales, estatales, federales y a la ciudadanía en general, hacer un esfuerzo para detener el uso indiscriminado de armas de fuego en Florida y todo Estados Unidos.
Logan Rubenstein es uno de estos jóvenes líderes que permanentemente están en campaña para tratar de desarmar los argumentos, políticas y leyes que protegen y defienden el uso de armas de fuego. “Casi siempre uno habla por uno mismo, pero yo quiero hablar por todos los que somos parte de ‘MFOL’, es una suma de voces que buscamos empoderar cada día mas para luchar contra el uso de armas de fuego” dice a EL UNIVERSAL.
“Cada dia estamos sumando más y más votos para ir contra los políticos que están a favor de las leyes que protegen el uso de armas; este 2020 es muy importante porque es electoral y tenemos un presidente —Trump— que acaba de confirmar en su mensaje anual a la nación que mientras el sea presidente defenderá la segunda enmienda de la Constitución —de Estados Unidos—, así que debemos seguir adelante con nuestro esfuerzo”.
En ese sentido, subraya el objetivo de “March For Our Lives”: “Nuestra generación debe hacer su parte para garantizar un futuro simple: debemos ser la última generación que tiene que crecer con la violencia armada”.
La segunda enmienda de la Constitución de EU defiende el derecho constitucional de cada individuo en el país para portar armas. Aunque cada estado tiene sus propias regulaciones de compra de estos artículos, lo cierto es que no existe, en la mayoría, un límite de la cantidad de armas que se pueden adquirir ni tampoco de su poder de destrucción o capacidad mortal, asi como tampoco una base de datos confiable de quienes están comprando. Incluso, mientras jóvenes menores de 21 años no están autorizados a comprar bebidas alcohólicas ni tampoco a consumir cigarrillos, basta tener 18 años para comprar armas de fuego.
“Después de la masacre en nuestra escuela —MDS— los jóvenes decidimos no quedarnos con los brazos cruzados y hacer algo que de verdad vaya funcionando” comenta Logan. “El próximo presidente —de Estados Unidos— debe actuar con una decisión urgente para llamar esta situación por lo que realmente es: una emergencia nacional de salud pública. No es normal que no se quiera atender lo que sucede entre muchos estadounidenses que necesitan ayuda mental y emocional” dictamina el joven estudiante, quien es director ejecutivo de MFOL. “Desde noviembre de 2019 iniciamos un movimiento para derrotar a Donald Trump y a los políticos que piensan como él”, detalla.
De acuerdo con esta organización, todos los días en Estados Unidos, la epidemia mortal de violencia armada cobra más de 100 vidas. Peor aún, entre los jóvenes la violencia armada se ha convertido en una de las principales causas de muerte, sólo superada por sobredosis de drogas.
Según estudios, hay varias causas también, entre ellas el odio, la pobreza y la desesperación. “Es un tema profundamente complejo, que va de la mano con nuestra búsqueda por la justicia racial, la justicia económica, los derechos de los inmigrantes y los derechos de la comunidad gay”, comenta Logan. “Pero se hace más grande por la creencia social de que un arma puede resolver los problemas. La violencia armada está destruyendo nuestra generación. Esto es simplemente inaceptable. Por eso, como sobrevivientes y estudiantes de ‘March For Our Lives’, creemos que es hora de un plan mucho más eficaz en este tema para un país más seguro”.
Después del tiroteo de Parkland y como parte de las primeras actividades de MFOL, se llevó a cabo un esfuerzo para convocar a los jóvenes que iban cumpliendo sus 18 años para estimularlos a participar en las elecciones de mitad de periodo de ese año. La respuesta fue tal que la participación de los jóvenes en esas elecciones presentó un aumento de 47%, la mayor para este sector en unas elecciones. Los votantes dejaron en claro que el status quo ya no era aceptable. Un récord de 46 candidatos respaldados por la NRA perdió sus elecciones en noviembre de 2018.
“Para continuar con estos resultados, debemos exigir el registro automático de votantes en el momento en que los jóvenes estadounidenses cumplan 18 años; es decir, que los jóvenes hagan uso de esta poderosa herramienta desde el día uno de su mayoría de edad para votar” señala Logan.
El registro automático de votantes ya es ley en 16 estados y el Distrito de Columbia en la Unión Americana. “Necesitamos una solución federal en lugar de un mosaico de leyes estatales para modernizar nuestro proceso de registro de votantes. Además, necesitamos políticas federales que permitan la preinscripción de los jóvenes cuando cumplan 16 años, lo cual es una práctica existente en muchos estados. Mientras más participemos en nuestro proceso electoral, más efectivos seremos para reducir el impacto de la violencia armada en la próxima generación” señala este brillante estudiante de preparatoria, quien lidera no sólo el grupo de MFOL en Florida, también está involucrado en la mayoría de las agrupaciones en el país con el mismo nombre abiertas y desarrolladas a partir de la masacre de Parkland.
“Los seguimos extrañando —a quienes murieron en el tiroteo de hace dos años— y los vamos a extrañar siempre; gracias a su inesperado sacrificio estamos logrando acciones muy positivas para salvar vidas. Uno nunca sabe” concluye.