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Una terrible sorpresa se llevó una pareja de Sidney, en Australia , cuando al desplegar en su casa los paquetes que habían comprado en el supermercado se dio cuenta de que en la bolsa donde venía la lechuga había otra cosa que se movía. Era una rara serpiente venenosa de cabeza pálida.
Afortunadamente, el animal no atacó a la pareja y fue extraído de la bolsa por un experto en este tipo de especies.
La serpiente que llegó junto a la lechuga fue catalogada por los expertos como una especie juvenil de cabeza pálida - Hoplocephalus bitorquatus . Estaba metida dentro de la bolsa con los vegetales que compraron Alexander White y su pareja Amelie Neate en el supermercado local Aldi, este lunes.
“Se estaba moviendo y sacando su pequeña lengua”, dijo White al medio británico The Guardian . “En realidad fue su lengua la que me hizo saber que no era un gusano gigante. Me habría sentido más cómodo con un gusano, para ser honesto“, agregó el hombre.
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Se cree que el reptil, de unos 20 centímetros de largo, había estado durmiendo plácidamente al lado de la lechuga en la heladera del supermercado hasta que White la tomó, y la sacó de su artificial hibernación. Lo que luego le dio un poco de escalofríos al comprador del paquete es que él metió la bolsa de lechuga con la serpiente en su mochila y la llevó en su bicicleta durante los 10 minutos que lo separaban de su casa.
“No teníamos un carrito -contó White-, así que decidimos poner la mercadería en la mochila. Eso, en retrospectiva me asusta un poco”.
Mientras desempacaban los productos de la compra, el reptil asomó su cabeza por entre las dos plantas de lechuga que habían adquirido los White y ahí, alarmados pero astutos, decidieron llamar a la organización de rescate de vida silvestre Wires , que les informó que el animal podría pertenecer a la especie marrón oriental, una de las venenosas y agresivas de Australia.
Pero, afortunadamente para la pareja, el diagnóstico era incorrecto. Después de revisar las numerosas fotos que los White habían sacado a su inesperada visitante, se dieron cuenta que que se trataba de una cabeza pálida. De todos modos, sin ser tan extremadamente peligrosa, el especialista de Wires le dijo a la pareja que era un animal “médicamente significativo”.
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“Pensé que eso significaba que tenía propiedades medicinales -bromeó White-. Pero aparentemente significa que si te muerde tienes que ir al hospital volando”. “Muerden repetidamente cuando se las provoca”, dijo Neate, para ilustrar un poco mejor de lo que se habían salvado al acudir a Wires.
El Museo Australiano -que tiene una sección en su página web donde describe perfectamente lo que provoca cada alimaña que pueda aparecer en el país y qué recaudos hay que tomar-, informó que esta serpiente es “una especie tímida pero nerviosa” y que, a pesar de que no provocó ninguna muerte, “un envenenamiento puede producir síntomas desagradables, como intenso dolor de cabeza, visión borrosa y un sangrado anormal”.
Pese a su temor, White y Neate dedicaron un tiempo a grabar al animal y a enviar las imágenes por videollamada a sus hijos, que no estaban en casa. Todo eso, claro, mientras esperaban la llegada del experto. Incluso el hombre de la pareja señaló que el ofidio era “bastante lindo”.
Serpiente y lechuga fueron puestos dentro de un tupper , con la tapa un poco abierta para que el animal no pereciera de asfixia. Un manipulador de estos animales de Wire llegó al domicilio de la pareja por la noche, sacó al reptil que fue trasladado en una caja especialmente diseñada para ese tipo de especies. La lechuga quedó en el recipiente.
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“Me comí la lechuga”, dijo White al día siguiente. “La lavé a fondo. Había un par de cosas que determiné que eran caca de serpiente, pero lavé todo y me hice una ensalada hoy. Creo que la lección de esto es lavar siempre la lechuga”, agregó.
Como una muestra del respeto de Australia por su fauna, la cadena de supermercados Aldi informó que van a averiguar, mediante la consulta al productor de lechugas, de qué lugar pudo haber venido el oficio y que luego lo volverán a trasladar a su hábitat.
“Hemos trabajado con el cliente y el equipo de Wires para identificar el lugar donde habita naturalmente esta serpiente, que claramente no es una de nuestras tiendas”, dijo el vocero de Aldi, que agregó que iban a investigar cómo pudo haber ocurrido tan particular incidente en uno de sus locales.
jabf/lsm