El gobierno de Paraguay expresó su malestar por la decisión de México de no detener en su territorio a Rodrigo Granda , quien fuera canciller de la hoy extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), reclamado por las autoridades paraguayas por un caso de secuestro y asesinato .
En un comunicado, el Ministerio paraguayo de Relaciones Exteriores informó que “convocó al Embajador de México en Paraguay, Juan Manuel Nungaray Valadez, a fin de solicitar explicaciones y transmitir su malestar por el tratamiento dado a una orden de captura internacional con fines de extradición del ciudadano Granda, reclamado por las autoridades de nuestro país por su probable vinculación con grupos terroristas que han cometido graves delitos en el territorio de la República de Paraguay”.
El comunicado subraya que dicha orden fue “transmitida inicialmente por intermedio de la Interpol, y posteriormente por vía diplomática a la Secretaría de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos Mexicanos y a las autoridades migratorias de dicho país”.
Según la Cancillería paraguaya, dicha orden “fue debidamente transmitida por canal diplomático a la Secretaria de Relaciones Exteriores vía email oficial y en físico, cuando el señor Rodrigo Granda se encontraba en México, así como a las autoridades migratorias del Estado mexicano, sin que se haya efectivizado la detención que correspondía en Derecho”. En vez de ello, las autoridades mexicanas permitieron al colombiano regresar a su país.
Nungaray explicó que el pedido de Paraguay llegó tarde, por lo que no hubo forma de “coordinar” por el “desfase de tiempo” entre la comunicación oficial y la salida del avión de México a Colombia, en el que viajó Granda.
“Esta persona siempre estuvo en el área internacional… nunca fue detenido por las autoridades mexicanas porque nunca ingresó a territorio mexicano”, argumentó.
Granda iba a asistir, junto a varios altos cargos del partido Comunes —surgido de la desmovilización de las FARC— al seminario internacional “Los Partidos y una nueva sociedad” que se celebrará el 21, 22 y 23 de octubre, invitado por el Partido del Trabajo (PT).
La Cancillería mexicana realizó las “gestiones previas al viaje para garantizar el ingreso de la delegación colombiana al país sin contratiempos” y confirmó que no había registro “de alertas migratorias u otros posibles problemas”.
Sin embargo, luego de que Interpol subiera una alerta para retener a Granda, a las 12:05 locales de ayer, mientras el colombiano ya viajaba a México, “no le fue permitido el ingreso a territorio nacional”.
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Granda optó por regresar a Colombia . “Nosotros tomamos la determinación de que yo regresara a Colombia... porque no queremos un incidente diplomático entre Colombia, Paraguay y México”.
Tras la firma del acuerdo de paz, en 2016, los líderes de la desmovilizada guerrilla colombiana están respondiendo en libertad ante la Justicia Especial de Paz (JEP) por delitos como secuestro y reclutamiento de menores, sin que todavía hayan sido condenados.
“Entiendo que ese acuerdo [de paz] es una especie de indulto dentro de Colombia, pero nosotros tenemos una orden de captura [en Paraguay] y estamos obligados a darle cumplimiento. Vamos a hacer el máximo esfuerzo para que sea extraditado y juzgado como corresponde”, resaltó el canciller paraguayo, Euclides Acevedo.
Sobre Granda pesa una ficha roja —de búsqueda y captura—, a petición de Paraguay, por “secuestro, asociación criminal y homicidio doloso”, relacionada con el caso del plagio de Cecilia Cubas, hija del expresidente paraguayo Raúl Cubas (1998-1999), quien apareció sin vida el 16 de febrero de 2005, enterrada en una casa de la periferia de Asunción tras cinco meses de búsqueda.
“Posiblemente no basta la circular roja de Interpol para que Rodrigo Granda sea detenido, si no que se necesita una orden de un juez penal de garantías”, indicó Acevedo.
La Cancillería paraguaya subrayó que “seguirá trabajando con la máxima dedicación posible para continuar las buenas relaciones” con México.
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