Enmedio de las inundaciones que dejó el huracán Dorian en las islas Ábaco, en las Bahamas, un hombre teme que su hijo, al que intentó poner a salvo, haya perdido la vida.

Adrian Farrington narró, según The Washington Post, que cargó a su pequeño, de cinco años, mientras nadaban enmedio de olas crecientes y montones de escombros que había dejado el huracán.

El hombre de 38 años contó al diario The Nassau Guardian que vio tiburones, por lo que decidió subir a su hijo, identificado como A.J., a un techo; narró que le decía al niño: "No llores. Cierra la boca. No llores. Sigue respirando".

Sin embargo, antes de que el papá, quien tenía una pierna lastimada, pudiera subir, una ráfaga arrastró al menor de edad a la marejada.

De inmediato, el hombre buscó con las manos en el agua, se zambulló, esperó sentir su piel o su ropa... pero no lo encontró.

"No hallé nada. Sostuve la respiración y me volví a zambullir", dijo.

Durante ese periodo, otros vecinos llevaron a su esposa a un lugar seguro, pero él no quería abandonar a su hijo .

"Un niño de cinco años en este tipo de búsqueda no tiene muchas opciones", se lamentó después de ser rescatado.

"Aún puedo recordarlo llamándome: 'Papi'", dijo en el hospital de Nassau al que fue llevado.

Oklahoma´s News afirmó que los equipos de rescate buscan sobrevivientes en la zona.

El Post también retomó otra historia. Lashan McIntosh y su familia también intentaron escapar de las inundaciones, pero su hijo, de ocho años, cayó al agua.

"Cuando vi, estaba flotando", dijo la mujer. Intentó darle primeros auxilios, pero fue inútil.

"No puedo creer que perdí a mi hijo en la tormenta",

se lamentó la madre.

Las autoridades dijeron que van 30 muertos, pero que la cifra puede ser "sobrecogedora".

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