El papa Francisco
recorrió el sábado las calles de Buenos Aires, pero no de su natal Argentina, sino de un barrio pobre en el norte de Perú que fue duramente golpeado el año pasado con las intensas lluvias del fenómeno climático de El Niño.
Desde su papamóvil, el pontífice saludó alzando sus brazos mientras los pobladores , con globos y banderas de color blanco y amarillo, algunos desde los techos de sus casas, gritaban vivas y otros corrían detrás del vehículo por las calles del lugar.
En Buenos Aires , ubicado al filo de la costa a las afueras de la ciudad de Trujillo, y donde viven 30.000 personas, aún se pueden ver los estragos que dejó la fuerza de la naturaleza, con algunas calles sin asfaltar y viviendas a medio construir.
Francisco, el primer religioso latinoamericano que lidera la Iglesia Católica y cuyo nombre secular es Jorge Bergoglio, no ha vuelto a Argentina desde que fue designado como jerarca católico en 2013.
Su primera visita pastoral fue a Brasil poco después de ser ungido. Desde entonces, ha viajado a Bolivia, Ecuador, Paraguay, México, Cuba, Colombia y Chile del 15 al 18 de enero, y ahora visita Perú.
Cuando se anunció el año pasado su visita a Chile y Perú, fieles argentinos esperaban que visitara su país, pero sólo incluyó a los dos primeros en su gira.
Otros líderes de la Iglesia Católica sí visitaron sus países natales, como Juan Pablo II, que frecuentaba Polonia, y Benedicto XVI, que inició su papado con una gira a Alemania.
El recorrido en Buenos Aires fue breve. Antes, el Sumo Pontífice había realizado una misa en la playa de Huanchaco, donde asistieron miles de personas.
Los pobladores de Buenos Aires, barrio fundado hace 75 años, esperan que la visita sensibilice a las autoridades para acelerar las obras de reconstrucción de la zona.