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Al beatificar a un obispo y a un sacerdote de Colombia por el derramamiento de su sangre, el papa Francisco se rindió hoy a los pies de un martirio de casi 70 años de violencia política sufrida por el pueblo colombiano.
Los beatificados por su martirologio son monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve , obispo del centro oriental departamento de Arauca y asesinado en 1989 por la guerrilla del comunista Ejército de Liberación Nacional ( ELN ), y el sacerdote Pedro María Ramírez Ramos , el “cura de Armero” ultimado a machetazos en 1948, al quedar atrapado en la violencia por el magnicidio del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán que desató “El Bogotazo”.
El acto, que se realizó hoy en la mañana en Villavicencio , capital del central departamento del Meta, v0lvió a marcar el profundo significado del viaje papal para apuntalar la paz y la reconciliación en Colombia y que remarcó con la beatificación de dos religiosos que simbolizan parte del martirio padecido por el pueblo colombiano.
En el segundo día completo de su visita a Colombia, que empezó en la tarde del miércoles pasado y concluirá el próximo domingo, el Santo Padre viajó hoy en la mañana a Villavicencio y por la noche retornará a Bogotá .
En una región particularmente azotada por los enfrentamientos armados en más de 52 años de conflicto bélico colombiano, el Pontífice se encontró en su segunda escala con más de 5 mil víctimas de la violencia política de este país.
En una misa en Villavicencio, el Papa proclamó que Jaramillo y Ramírez, como “venerables siervos de Dios”, serán llamados beatos, un rango católico para los difuntos cuyas virtudes fueron previamente certificadas por el Pontífice y pueden ser honrados con culto.
El beato es el tercer paso en el camino de la canonización, es precedido, en su orden, por los de siervo de Dios y venerable y es previo al de Santo.
Nacido en 1916, Jaramillo Monsalv e trabajó en apoyo de campesinos, indígenas y otras comunidades marginadas de Arauca y fue retenido y secuestrado el 2 de octubre de 1989 durante una visita pastoral en esa zona por un comando del ELN y su cadáver torturado y con disparos de fusil apareció al día siguiente cerca de una carretera. El Papa decretó que será llamado beato y que cada 3 de octubre se podrá celebrar su fiesta religiosa.
Nacido el 24 de octubre de 1899, Ramírez Ramos fue asesinado a machetazos en las revueltas que estallaron entre liberales, conservadores y comunistas en Colombia por el asesinato de Gaitán el 9 de abril de 1948, un momento de la historia colombiana conocido como “El Bogotazo” y que es uno de los principales referentes de la agitada vida política en esta nación. Una turba profanó el templo de Armero, del centro—occidental departamento de Tolima, en el que el padre Pedro era párroco, y sacó al sacerdote para lincharlo a machetazos en una plaza.
En esta perspectiva histórica frente a ambos mártires, el Papa ratificó en su homilía en Villavicencio que Jaramillo y Ramírez son “expresión de un pueblo que quiere salir del pantano de la violencia y del rencor”.
“Colombia hoy quiere reconciliarse”, reiteró.
El viaja papal está signado por el acuerdo de paz que las ex subversivas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia ( FARC ), que inició la guerra en 1964, y el gobierno desarrollaron firmaron en noviembre de 2016 tras cuatro años de negociaciones en Cuba .
En ejecución en 2017, el pacto permitió desmovilizar y desarmar a la guerrilla, convertirla en partido político legal y reinsertar progresivamente a sus más de 7 mil combatientes, con otros conflictivos procesos paralelos judiciales y socioeconómicos en desarrollo. Francisco expresó reiteradamente su respaldo al proceso de paz y Colombia está involucrada ahora en la etapa del post—conflicto y pendiente de pactar la pacificación con la guerrilla del ELN , que se alzó en armas en 1964.
Los más de 52 años de enfrentamiento bélico, según cifras oficiales, dejaron 8 millones 68 mil 272 víctimas, cifra que contempla más de 225 mil muertos, unos 45 mil desaparecidos, más de 6,4 millones de desplazados a la fuerza y un abultado saldo por terrorismo, secuestro, torturas, delitos contra la libertad e integridad sexual, pérdida de propiedades y abandono o expulsión de tierras.
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