Ciudad del Vaticano.-El Papa Francisco instó hoy al mundo a combatir violencia con paciencia y mansedumbre , la virtud de moderar la ira, en la Audiencia General de este Miércoles de Ceniza , que marca el comienzo de la Cuaresma en la Iglesia Católica, “tiempo de conversión y de misericordia”.
“El reino de Dios no se establece en el mundo por la violencia, sino crece y se propaga con paciencia y mansedumbre, como el grano de mostaza que, a pesar de tener una apariencia humilde, lleva dentro una fuerza capaz de transformar los corazones y el mundo”, afirmó el Sumo Pontífice.
El líder de la Iglesia Católica continuó este mediodía su catequesis sobre la oración del “Padre Nuestro”, explicando a los miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro de la Santa Sede la invocación “venga tu Reino” y animándolos a difundir esta invocación a quienes sufren.
“Regalémosla a las personas que están derrotadas, a los que han saboreado más odio que amor, a quienes han vivido días inútiles sin haber entendido nunca el por qué. A quienes han luchado por la justicia, a los mártires de la historia, a quienes han llegado a la conclusión de que han luchado por nada y que en este mundo domina siempre el mal”, indicó.
Explicó que en la oración del Padre Nuestro después de haber rezado para que sea santificado su nombre “el creyente expresa el deseo de acelerar la venida de su Reino” y destacó que este deseo surge “desde el corazón mismo de Cristo”, quien comenzó su predicación proclamando: “conviértanse y crean en el Evangelio’”.
En este sentido, el Papa explicó que estas palabras de Jesús narradas en el Evangelio de San Marcos “no son una amenaza, al contrario, son un feliz anuncio, un mensaje de alegría”, según reportes de las agencias de noticias Aci Prensa y Vatican News.
Francisco remarcó que “Jesús no quiere presionar a las personas para que se conviertan sembrando el miedo del juicio inminente de Dios o el sentimiento de culpa por el mal cometido”, sino que predica “la Buena Noticia de la salvación, y a partir de ella, llama a convertirse”.
Cada uno, agregó el Papa, está invitado a creer en el Evangelio, en la “señoría de Dios que se ha hecho cercana a sus hijos”, como el ministerio de Jesús en el cual “cuidó de los enfermos, del cuerpo y del espíritu, de aquellos que vivían exclusión social, por ejemplo, los leprosos, los pecadores mirados con desprecio por todos”.
Destacó que "Jesús ya vino al mundo, pero está todavía marcado por el pecado, poblado por tanta gente que sufre, por personas que no se reconcilian y no perdonan, por guerras y por tantas formas de explotación”, situaciones que demuestran que aún “tantos hombres y mujeres viven todavía con el corazón cerrado”.
Explicó que la invocación “venga tu Reino” es como decir: “Padre te necesitamos, Jesús te necesitamos, te necesitamos en todas partes y para siempre para que Tú seas Señor entre nosotros”.
Además, el Santo Padre, señaló, en ocasiones podemos preguntarnos por qué este Reino se realiza tan lentamente por lo que recordó la parábola que dice que el Reino de Dios es similar a un campo donde crecen juntos el buen trigo y la cizaña.
“El peor error sería intervenir inmediatamente extirpando del mundo las que nos parecen malas hierbas. Dios no es como nosotros, Dios tiene paciencia. No es con violencia que el Reino se instaura en el mundo: su estilo de propagación es la mansedumbre”, subrayó.
De este modo, animó a invocar con insistencia “venga tu Reino” que significa “ven Señor Jesús” y aseguró que “el Señor viene, en su modo todos los días, tengamos confianza en esto”, concluyó el Papa, expresando su deseo de un feliz comienzo del tiempo de Cuaresma, que es “tiempo de conversión y de misericordia”, apuntó.