Ciudad del Vaticano.— El papa Francisco indicó ayer que ayudar a los pobres y acoger a los inmigrantes debería ser tan importante como luchar contra el aborto, el mensaje se incluye en su tercera exhortación apostólica, titulada Gaudete et Exsultate (Alegraos y regocijaos) que fue publicada ayer, en la que reafirma la necesidad de la Iglesia católica de centrarse en la misericordia más que en la doctrina.
A lo largo de 42 páginas y en cinco capítulos, el Papa reflexionó sobre asuntos que considera fundamentales, como la pobreza y “la injusticia de este mundo, donde unos festejan, gastan alegremente y reducen su vida a las novedades del consumo”, al tiempo que “otros sólo miran desde afuera mientras su vida pasa y se acaba miserablemente”.
El Pontífice defendió ayudar a los más necesitados: “Cuando encuentro a una persona durmiendo a la intemperie, en una noche fría, puedo sentir que ese bulto es un imprevisto que me interrumpe, un delincuente ocioso, un estorbo en mi camino, un aguijón molesto para mi conciencia, un problema que deben resolver los políticos, y quizá hasta una basura que ensucia el espacio público.
“O puedo reaccionar desde la fe y la caridad, y reconocer en él a un ser humano con mi misma dignidad”, apuntó.
Francisco también señáló que no es aceptable ver la situación de los migrantes como un “asunto menor” comparado con “preguntas bioéticas serias” como la batalla contra la eutanasia o el aborto.
“Que un político que busca votos diga algo así es comprensible, pero no un cristiano, para quien la única actitud adecuada es ponerse en el lugar de nuestros hermanos que arriesgan sus vidas para ofrecer un futuro a sus hijos”, dijo.
Sobre internet, lamentó que los “foros o espacios de intercambio digital” sean a menudo espacios donde se expresa “violencia verbal”.
Por último, Francisco, en la mira de los conservadores por su opinión de centrar esfuerzos en llegar a los pecadores y ateos, también resaltó la importancia de la misericordia y la caridad.