Washington/Bruselas.— Los tambores de guerra suenan cada vez más fuertes en la frontera entre Rusia y Ucrania, al grado de que Estados Unidos puso en alerta 8 mil 500 militares, pidió a sus ciudadanos salir “ya” de suelo ucraniano, retirará a familias de sus diplomáticos, lo que también hará Reino Unido, y la OTAN considera desplegar grupos de combate en el sureste europeo.
El Pentágono subió el tono ante Moscú y advirtió que ha colocado en alerta máxima a 8 mil 500 soldados ante el aumento de la tensión con Moscú por Ucrania, aunque todavía no ha adoptado ninguna decisión sobre un despliegue en el este de Europa.
El vocero del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, dijo en conferencia que con la medida esas unidades militares, la mayoría terrestres, estarán en menos tiempo listas en caso de que Rusia decida avanzar hacia Ucrania.
“No las estamos desplegando ahora, no estamos diciendo que la diplomacia ha muerto”, dijo Kirby, quien agregó que al estar en “alerta elevada” se recorta el tiempo de preparación para desplegarse de 10 a cinco días. Sin embargo, acotó que “está muy claro” que los rusos “no tienen la intención actualmente de reducir la escalada”.
El portavoz hizo hincapié en que el grueso de las tropas estadounidenses se desplegaría en países del este de Europa dentro de la Fuerza de Respuesta de la OTAN (Organizacíón del Tratado del Atlántico Norte), por lo que se activarían únicamente si la alianza atlántica lo solicita.
La fuerza de reacción rápida de la OTAN cuenta con 40 mil militares. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que la organización está “considerando” la posibilidad de incrementar su presencia en el sureste europeo, incluido el posible despliegue de grupos de combate como los que ya se encuentran en Polonia, Estonia, Letonia y Lituania desde 2017.
“Estamos considerando tener grupos de combate no sólo en la región báltica y Polonia, sino también en el sudeste de la Alianza, pero no se ha tomado una decisión. Evaluaremos y tomaremos la decisión cuando sea el momento adecuado”, declaró Stoltenberg en la conferencia.
Además, Estados Unidos pidió a sus ciudadanos que “salgan ya” de Ucrania.
“Estamos convencidos de que es hora de marcharse”, aseguró la vocera del gobierno estadounidense, Jen Psaki, en su conferencia de prensa diaria, donde aclaró que “no hay ningún plan para una evacuación militar. Así que estamos transmitiendo a los ciudadanos estadounidenses que se vayan ya”.
En Reino Unido, el Foreign Office dijo que “algunos miembros del personal de la embajada” y sus familiares “se están retirando de Kiev en respuesta a la creciente amenaza de Rusia”. Subrayó que “la embajada británica permanece abierta y seguirá realizando tareas esenciales”.
Frente al temor creciente, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, formuló un llamado para evitar una “crisis de nervios. Es necesario permanecer tranquilos”.
Para el Kremlin, toda la responsabilidad por la tensión que se vive en el este de Europa recae sobre Estados Unidos y sus aliados de la Alianza Atlántica, que, en palabras del portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, han desatado una “histeria informativa” en Occidente.
Peskov denunció una campaña informativa contra Rusia plagada de “falsedades y mentiras”, que se acompaña de “acciones concretas”.
“Vemos las declaraciones que publica la OTAN sobre el incremento de su contingente y el envío de fuerzas y armamento al flanco oriental. Esto es lo que incrementa la tensión”, subrayó.
“Alguien dijo muy bien de la OTAN: si tienes un martillo en la mano, ello no significa que cada problema es un clavo. El lenguaje de la OTAN es el de las amenazas y la presión militar. No hay nada nuevo”, comentó a su vez el viceministro de Exteriores ruso, Alexandr Grushkó.
En Ucrania, el presidente Volodimir Zelenski, pidió al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, unidad a los países miembros de la Unión Europea (UE) para proteger la soberanía y la integridad territorial del país. “Ucrania no sucumbirá a las provocaciones, sino que mantendrá la calma y la resistencia junto con sus socios”, señaló la presidencia ucraniana.
Pero los ucranianos se preparan para el peor escenario.
“Preparé una mochila con mi documentación y artículos de primera necesidad, también puse un botiquín. Los pongo en un lugar donde pueda agarrarlos fácilmente si necesito huir”, dijo Iryna Lada, residente de Kiev.
En un intento por mostrar un flanco unido, el presidente estadounidense, Joe Biden, dialogó con la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen; y Stoltenberg, y líderes de Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y Polonia, para coordinar la respuesta a la crisis de Ucrania.
“He tenido una reunión muy, muy, muy buena. [Hay] unanimidad total con todos los líderes europeos”, dijo Biden en declaraciones a la prensa en la Casa Blanca. El portavoz del canciller alemán Olaf Scholz dijo que los líderes afirmaron su apoyo “sin reserva” a la integridad territorial de Ucrania y que “coincidieron en que Rusia debe emprender iniciativas visibles de desescalada”.