Katowice, Polonia.— Los países más amenazados por los efectos del cambio climático llamaron ayer en Polonia a las potencias a dar un giro y comprometerse seriamente en la lucha para contener el calentamiento, bajo la pena de “traicionar” a las generaciones futuras.
Pese a las pruebas irrefutables del cambio climático, el “mundo no va en absoluto en la buena dirección”, advirtió el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en el segundo día de la vigesimocuarta Conferencia de la ONU sobre el Clima celebrada en Katowice.
Para “muchas personas, regiones e incluso países, ya es una cuestión de vida o muerte”, por lo que “es difícil entender por qué nosotros, colectivamente, seguimos avanzando tan lentamente, e incluso en mala dirección”, agregó Guterres durante una cumbre de la Conferencia, marcada por grandes ausencias de jefes de Estado y de gobierno.
Pero para los países en vías de desarrollo, ya afectados por las sequías, las inundaciones o el alza del nivel del mar, son los países ricos quienes deben hacer más para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudar al sur a prepararse ante las catástrofes.: “Tenemos la sensación de que nos castigan por errores que no cometimos. La comunidad internacional debe actuar para que se haga justicia”, declaró la presidenta de Nepal, Bidhya Devi Bhandari.
“Si ignoramos las pruebas irrefutables, seremos la generación que traicionó la humanidad”, dijo el primer ministro de Fiji, Frank Bainimarama, presidente de la COP23. AFP