Los Países Bajos autorizaron la eutanasia de Zoraya ter Beek, una mujer de 29 años que padece de trastorno del espectro autista, depresión crónica, ansiedad, trauma y un trastorno de personalidad no especificado, debido a su "sufrimiento psicológico insoportable".
Ter Beek, quien ha sido tratada con medicación, psicoterapia y más de 30 sesiones de terapia electroconvulsiva sin éxito, decidió optar por la muerte asistida tras una larga batalla con su salud mental."
"En terapia aprendí mucho sobre mí y mis mecanismos de afrontamiento, pero no resolvió los problemas principales", dijo Ter Beek al periódico británico 'The Guardian'. "Al inicio del tratamiento, empiezas con esperanzas. Pensé que mejoraría. Pero cuanto más dura el tratamiento, la esperanza empieza a perderse".
La eutanasia y el suicidio asistido son legalmente permitidos en los Países Bajos desde abril de 2002, permitiendo procedimientos bajo estrictas regulaciones cuando una persona experimenta un sufrimiento insoportable sin perspectivas de mejora.
Ter Beek fue aprobada después de demostrar un sufrimiento continuo y tras ser evaluada por múltiples especialistas y médicos.
La decisión reavivó el debate sobre la eutanasia para trastornos mentales, que aunque poco común, ha visto un incremento en los casos en el país, con 138 casos registrados en 2023, de un total de 9,068 muertes asistidas, según datos de 'The Guardian'.
"Debes ser evaluado por un equipo, tener una segunda opinión sobre tu elegibilidad y su decisión debe ser revisada por otro médico independiente", explicó Ter Beek. "En los tres años y medio que duró esto, nunca dudé de mi decisión". La historia de Ter Beek, publicada inicialmente por 'The Free Press' y seguida por 'The Guardian', ha generado un torrente de opiniones divididas, con muchos críticos argumentando contra la ética de la eutanasia para personas con trastornos mentales. La mujer, sin embargo, ha optado por mantenerse firme en su decisión, describiendo el proceso como un "alivio" necesario ante un sufrimiento constante y debilitante.
"Entiendo el miedo que algunas personas con discapacidad tienen a la muerte asistida y la preocupación de que las presionen para morir", afirmó. "Pero en los Países Bajos tenemos esta ley desde hace más de 20 años. Hay reglas muy estrictas y es muy seguro". La eutanasia de Ter Beek está programada para llevarse a cabo en las próximas semanas en su residencia, donde vive con dos gatos, en un pequeño pueblo cercano a la frontera con Alemania. Describió el procedimiento final, mencionando que empezará con un sedante y culminará cuando esté en coma, momento en el que se administrará el medicamento final. "Para mí será como quedarme dormida", concluyó, mientras se prepara para despedirse de su pareja, familia y amigos.
*Este contenido fue hecho con la asistencia de la inteligencia artificial, basado en información de O Globo (GDA), y contó con la revisión del periodista y un editor.
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