Londres.— El primer ministro británico, Boris Johnson, se mostró satisfecho por la adopción, el sábado en la COP 26, del “Pacto de Glasgow para el clima” cuyo objetivo es acelerar el combate contra el calentamiento global, aunque reconoció que su alegría está “teñida de decepción”.
“Mi alegría ante este progreso está teñida de decepción”, declaró Johnson durante una conferencia de prensa, haciendo referencia a “aquellos para los cuales el cambio climático es ya una cuestión de vida o muerte”.
“Exigían para esta cumbre un alto nivel de ambición. Y aunque muchos de ellos estaban dispuestos a hacerlo, no era el caso de todos”, señaló.
“Podemos alentar pero no obligar a naciones soberanas a hacer algo que no quieren hacer. Es decisión de ellos”, añadió.
Pese a esto, dijo que se sentía “inmensamente orgulloso” del acuerdo concluido.
“No cabe duda de que Glasgow sonó el fin la energía proveniente del carbón. Se trata de un logro fantástico y es sólo uno de los muchos de la COP”, dijo.
El primer ministro británico, consideró que el pacto de la COP26 de Glasgow (Escocia) es el tipo de acuerdo “que cambia las reglas del juego que el mundo necesitaba ver”.
En la conferencia en Downing Street —despacho oficial del jefe del Ejecutivo— en la que estuvo el presidente de la cumbre del clima de la ONU, Alok Sharma, el líder tildó dicho acuerdo de “verdaderamente histórico”.
“La conferencia [de Glasgow] ha marcado el comienzo del final del carbón. Por primera vez la conferencia ha publicado un mandato para recortar el uso de la energía del carbón. La cumbre ha declarado la sentencia de muerte a la energía del carbón”, indicó.
El que 197 países hayan aprobado un pacto supone “un logro increíble” aunque la COP26 “nunca iba a poder frenar el cambio climático”, señaló Johnson.
No obstante, enfatizó que la cumbre sí había logrado “equipar [a los países] con las herramientas adecuadas” para hacerlo.
El líder tory destacó que 130 países hayan firmado durante esta cumbre un compromiso para “frenar y revertir la deforestación para 2030” y recordó que esos países “son hogar de 90 % de los bosques del mundo”.
Asimismo, valoró que las negociaciones en Escocia “han puesto al mundo en el camino de situarse alrededor de los 2 grados centígrados de calentamiento global” y añadió que “el mundo va indudablemente en la dirección adecuada” al tiempo que el objetivo de rebajar a 1.5 grados centígrados la temperatura global “aún sigue vivo”.
Por su parte, el presidente de la COP26, el exprimer ministro británico Alok Sharma, se mostró convencido de que el acuerdo obtenido en la cumbre ha sido “histórico” pese a que confesó que hubo momentos en los que pensó que no se lograría.
Preguntado si China e India habían defraudado al mundo al rebajar a última hora el compromiso sobre el carbón, Sharma dijo que ambos países “tendrán que dar explicaciones” a los países en vías de desarrollo afectados por el cambio climático.
La mexicana Patricia Espinosa, secretaria del clima de la ONU, dijo que existía la posibilidad de que no hubiera acuerdo: “No obtener acuerdo era el peor resultado posible. Nadie gana”, explicó. Reconoció que éste no satisface a todos, “pero nos hace avanzar”.
Johnson recordó que “se puede hacer presión, se puede alentar, pero no puede forzar a naciones soberanas a hacer lo que no desean hacer. En último término, es su decisión y deben defenderla”.
La COP26 terminó un día después de lo previsto con un pacto aprobado por 197 países, que incluye un mandato para aumentar en 2022 los objetivos de reducción de emisiones para 2030, y permite mantener al alcance la meta planteada en el Acuerdo de París de 2015 de limitar a 1.5 grados el calentamiento del planeta este siglo.