Nueva York.— El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, se halla por segunda vez en medio de acusaciones de acoso luego de que una exayudante denunciara que le hizo preguntas incómodas sobre su vida sexual, lo que el demócrata ha rechazado, señaló ayer el The New York Times.
La mujer fue identificada como Charlotte Bennett, quien fue asistente ejecutiva y asesora de políticas de salud hasta el pasado noviembre, quien aseguró al periódico que el gobernador le preguntó si era monógama y si alguna vez había tenido relaciones con hombres mayores.
También señaló, durante varias entrevistas con el diario, que el supuesto acoso ocurrió a fines de la primavera pasada, durante el apogeo de la lucha contra el coronavirus en el estado.
Según el diario, Bennett, de 25 años, aseguró, que lo más “inquietante” ocurrió el 5 de junio cuando Cuomo presuntamente le hizo muchas preguntas, incluso si pensaba que la edad marcaba una diferencia en las relaciones románticas.
La exasesora del gobernador dijo que el demócrata, en su segundo término de cuatro años, presuntamente le indicó que estaba abierto a las relaciones con mujeres de 20 años, lo que ella interpretó como claras propuestas para una relación sexual.
Cuomo le habría dicho además que se sentía sólo durante la crisis de la pandemia, que “ni siquiera podía abrazar a nadie” a lo que ella respondió de forma evasiva que extrañaba abrazar a sus padres.
También afirmó que el gobernador nunca trató de tocarla.
Bennett indicó al Times que “comprendí que el gobernador quería acostarse conmigo y me sentí terriblemente incómoda y asustada y me preguntaba cómo iba a salir de eso y asumí que era el final de mi trabajo”.
Bennett dijo que informó a la jefa de personal de Cuomo, Jill DesRosiers, sobre la interacción menos de una semana después. Dijo que la trasladaron a otro trabajo en el lado opuesto del Capitolio. A fines de junio, dijo que también dio una declaración a un abogado especial de Cuomo.
La abogada especial del gobernador, Beth Garvey, reconoció que se había hecho la denuncia y que Bennett había sido trasladada como resultado a un puesto en el que ya estaba interesada.
Bennett le dijo al periódico que finalmente decidió no presionar para que la administración tomara más medidas. Declaró que le gustaba su nuevo trabajo y que “quería seguir adelante”.
Estos señalamientos siguen a los de Lindsey Boylan, una exfuncionaria estatal de desarrollo económico que dijo que Cuomo la había acosado en varias ocasiones entre 2016 y 2018, en un momento dado, dándole un beso en los labios no solicitado en su oficina de Manhattan, recuerda el Times. Cuomo respondió de inmediato a los señalamientos de Bennett en un comunicado enviado a los medios negando las acusaciones y afirmó que él creía que había estado actuando como mentor.
“Nunca hice avances a Bennett ni tuve la intención de actuar de una manera inapropiada”, indicó el gobernador, que se refirió a Bennett como un “miembro trabajador y valioso” de su personal y que tiene “todo el derecho a hablar”. Informó que pidió que se haga una investigación externa “y exhaustiva” de las acusaciones y pidió a los neoyorquinos que esperaran los resultados “antes de emitir juicios”.