La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le ordenó al gobierno de Estados Unidos implementar medidas cautelares en favor de niños migrantes que fueron separados de sus familias por la política de “ tolerancia cero ” que se impulsó en el país, en respuesta a la solicitud que hicieron la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y otros cinco organismos de la región.
El pasado 16 de agosto, la CIDH ordenó al gobierno del presidente Donald Trump que adopte las medidas que sean necesarias para la protección a los derechos a la vida familiar, la integración personal y a la identidad de los menores de edad, los cuales deben ser garantizados a través de la reunificación de los niños con sus familiares.
Ordenó que se asegure la comunicación libre y regular entre los menores y sus familiares mientras se lleva a cabo la reunificación y “debe proporcionar servicios médicos y asistencia sicológica entre otras medidas que puedan ser necesarias, como la asistencia consular”.
La CNDH indicó que el número de niños migrantes que se verían beneficiados por esas medidas cautelares ascendería a 572, por lo que destacó su importancia e impacto, puesto que así se les protegerá de “los tratos crueles e inhumanos a los que se les está sometiendo como consecuencia de la política migratoria de ese país”.
La CIDH le solicitó también al gobierno estadounidense que le informe en un período de 10 días acerca de la adopción de las medidas cautelares y actualice de manera periódica esos datos.
El otorgamiento de estas medidas cautelares es producto de la alianza de los ombudsperson de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la Defensoría del Pueblo de Colombia, la Defensoría del Pueblo de Ecuador, la Procuraduría de Derechos Humanos de Guatemala; el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras, y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador.
Los organismos destacaron que “con estas medidas cautelares se busca proteger los derechos humanos que resultan imprescindibles para que los niños disfruten de una calidad de vida apropiada, como son sus derechos a la integridad personal, la salud, la familia y la libertad personal”.
Afirmaron que esas garantías deben ser protegidas, especialmente ante la situación inhumana en que se encuentran los menores luego de haber sido separados de sus familias como consecuencia de la política de “tolerancia cero” implementada por el gobierno estadounidense.
La CNDH celebró que se otorgaran las medidas cautelares, “mediante las cuales se da un paso importante en la protección de los niños migrantes, resaltando el interés superior de la niñez”.
Destacó la importancia de que los organismos de derechos humanos de la región conjuntaran esfuerzos y reconoció el compromiso que mostró la CIDH, puesto que su participación mediante el monitoreo del cumplimiento de las medidas cautelares será una herramienta fundamental para atender la situación crítica de menores migrantes separados de sus familias.