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Río de Janeiro.— Al menos 25 personas, entre ellas un policía, murieron ayer en una operación contra el tráfico de drogas en una favela de Río de Janeiro, informaron fuentes policiales citadas por medios brasileños. De acuerdo con investigadores del área, de confirmarse el saldo de muertos se trata de la incursión policial más letal en la historia de Río.
Fuertes contingentes policiales se desplegaron desde el amanecer en la favela Jacarezinho (en la zona norte de la ciudad), que se transformó en un campo de batalla. Los habitantes hablaron de intensos tiroteos, con helicópteros que sobrevolaban las casas, personas muertas en terrazas y callejuelas y cuerpos cargados en un camión blindado de la policía, confió a la AFP un líder comunitario que pidió no ser identificado por razones de seguridad.
La operación se desencadenó en el marco de una investigación sobre una banda que reclutaba niños y adolescentes para el tráfico de drogas, robos, secuestros y asesinatos, informó la Policía Civil, que no comunicó de inmediato un balance oficial de muertos. Jacarezinho es considerada una base del Comando Vermelho, la principal organización narcotraficante de Río.
Fotos que circulaban entre vecinos por las redes sociales mostraban cadáveres en diversos lugares del barrio. Dos pasajeros de Metro, que en esa parte de la ciudad circula en la superficie, resultaron heridos y recibieron atención médica en el andén, mostró la televisión local.
Los jefes de las comisarías responsables por la operación negaron acusaciones de abusos.
Miembros de ONG defensoras de los derechos humanos acudieron a la favela e inspeccionaron junto a los vecinos las casas que fueron invadidas durante la acción policial. La operación se llevó a cabo a pesar de un fallo de la Corte Suprema que impide a la policía hacer redadas en los barrios periféricos mientras dure la pandemia de coronavirus, salvo en “circunstancias absolutamente excepcionales”.