San José. – De paraíso fiscal , refugio bancario a nido de sociedades anónimas o de santuario de libre comercio, puente marítimo, terrestre y aéreo, nervio mercante global o bazar clandestino de mercenarios , criminales y toda clase de traficantes , Panamá ofreció características claves para convertirse en base del narcotráfico internacional a partir de la década de 1970.
Estados Unidos
declaró en 1971 la guerra a las drogas y ningún país de América Latina y el Caribe escapó al intenso acoso de Washington: sin precedentes, Panamá exhibió el hilo del narcotráfico como factor de negociación y complicidades.
Por primera vez en la historia, y a diferencia de otras intervenciones armadas estadounidenses en América Latina y el Caribe en los siglos XIX y XX con pretexto de proteger su seguridad e intereses o combatir al comunismo, EU invadió militarmente a un país americano… para perseguir a un narcotraficante.
También lee:
En el primer segundo del 20 de diciembre de 1989, tropas de EU lanzaron la “Operación Causa Justa” : la invasión armada a Panamá para detener al general Manuel Antonio Noriega , “hombre fuerte” de ese país, acusado en 1988 en cortes estadounidenses de tráfico de drogas con el poderoso Cártel de Medellín , de Colombia.
En enero de 1990, Manuel Noriega fue fichado en Estados Unidos. Foto: Archivo/José Meléndez
Como jefe de inteligencia y contrainteligencia del régimen castrense que gobernó de 1968 a 1989, el general logró en 1983 el poder total y acumuló un abultado expediente como militar a sueldo de la Agencia Central de Inteligencia ( CIA ).
Noriega se entregó a EU al anochecer del 2 de enero de 1990. Custodiado por la DEA, agencia antidroga estadounidense , en la madrugada del 3 llegó a Florida, donde fue condenado a 40 años de cárcel por “lavado” de dinero, crimen organizado y tráfico de estupefacientes.
Con 27 años y cinco meses de prisión en EU, Francia y Panamá y ser un antes y un después de la narcoactividad en América y Europa, Noriega murió de 83 años en 2017 de causas naturales en su país.
Manuel Noriega fue fotografiado en diciembre de 2011 con los documentos de ingreso a Panamá, para purgar prisión tras estar encarcelado desde 1990 en Estados Unidos y Francia. Foto: Gobierno de Panamá
“La invasión no se justificaba. Noriega laboró para agencias de EU, como la CIA o la DEA, que lo condecoró en múltiples ocasiones”, afirmó el abogado panameño Miguel Antonio Bernal , catedrático de Derecho Constitucional de la (estatal) Universidad de Panamá.
“Hoy, a casi 32 años de la invasión, la droga, los cárteles y las organizaciones criminales de todo tipo pululan en Panamá. Si antes aquí se lavaba (dinero), ahora se lava, almidona y plancha. Hoy por hoy hay más tráfico (de drogas) que antes de 1989”, dijo Bernal a EL UNIVERSAL.
En rango de privilegio en el gobierno militar, Noriega entendió que el principal activo de Panamá, que en 1904 se convirtió en enclave colonial de EU, siempre será su estratégica posición geográfica de enlace en la cintura de América. El Canal de Panamá , ruta interoceánica edificada por EU a partir de 1904 y que entró a operar en 1914, le dio preferencia en el transporte marítimo global.
Los militares consolidaron al istmo como foco clandestino para armas y drogas. Como puntos vitales de “lavado” de dinero sucio, crearon un centro bancario internacional y una zona de libre comercio, segunda en el mundo después de Hong Kong . Panamá otorgó su bandera a miles de barcos, en lo que emergió como primera flota mercante global.
También lee:
Todas las huellas quedaron perdidas en sociedades anónimas.
Noriega ganó poder al amparo del general Omar Torrijos , fundador del aparato castrense en 1968 y fallecido en un desastre aéreo en 1981, y comprendió en la década de 1970 que el país—limítrofe con Colombia—sería clave en el negocio de las drogas.