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Kinshasa.— La República Democrática del Congo y agencias de la ONU comenzaron a desplegar equipos de especialistas de emergencia durante el fin de semana para tratar de prevenir la propagación de una epidemia de ébola que se sospecha infectó a más de 30 personas.
El último caso sospechoso fue reportado el viernes en la provincia noroccidental de Equateur, que la ministra de Salud, Oly Ilunga Kalenga, visitó el sábado con funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF.
“Tenemos que unir nuestros esfuerzos rápidamente y alinearnos con el plan de respuesta del gobierno para combatir esta nueva epidemia de manera efectiva”, dijo Kalenga en una declaración conjunta tras su visita.
El Congo notificó a la OMS del brote, centrado en torno al pueblo de Ikoko Impenge cerca de la ciudad de Bikoro el 8 de mayo. Hay unos 32 casos sospechosos, probables o confirmados desde el 4 de abril, incluyendo 18 muertes, según dijo el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de OMS, Peter Salama.
Fuentes médicas precisaron que tres personas, dos de ellas enfermeras, han fallecido con aparentes signos de ébola en Bikoro e Iboko.
Se trataría de dos enfermeras que han tenido trato con los pacientes, según confirmó ayer el responsable médico de Bikoro a Radio Okapi, la emisora de la ONU en RDC.
Sin embargo, el ministerio de Sanidad sólo han confirmado dos casos en todo el país y ningún deceso. Algunas muertes que ocurrieron en enero no han sido vinculadas por ahora a la epidemia.
Las autoridades están en una carrera contra el tiempo para evitar que el virus del ébola quede fuera de control, como sucedió en África Occidental entre 2014 y 2016, cuando mató a más de 11 mil 300 personas en Guinea, Sierra Leona y Liberia.