Viena.— La crisis económica y las restricciones para viajar por la pandemia por Covid-19 pueden exponer a migrantes y refugiados a mayores abusos y hacerlos caer en situaciones de casi esclavitud, como la trata de personas, una práctica que puede incrementarse, alerta Naciones Unidas.
“Las consecuencias económicas de la pandemia pueden conducir a un aumento de la trata de personas y el tráfico de migrantes desde los países más afectados hasta los destinos más ricos”, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). En un informe, esta agencia señala que las restricciones a los viajes no están deteniendo el movimiento de personas que huyen de conflictos, de la violación de derechos humanos y de peores condiciones de vida.
La ONUDD analiza posibles escenarios de cómo la crisis por el coronavirus puede afectar a mediano plazo a la trata y al tráfico de seres humanos. La trata es un delito que consiste en captar y retener a una persona mediante la fuerza o la coerción, con el fin de explotarla sexual o laboralmente.
Si bien la forma más conocida es la explotación sexual, otras víctimas sufren condiciones de esclavitud en tareas domésticas, la agricultura o, incluso, son obligadas a practicar la mendicidad infantil o sometidas a matrimonios forzosos. El estudio reconoce que el flujo a lo largo de la ruta migratoria del Mediterráneo oriental disminuyó en las últimas semanas, debido, probablemente, a las medidas impuestas por los Estados para limitar los viajes y el movimiento. Sin embargo, el organismo advirtió que “los cierres y las restricciones también resultan a menudo en rutas y condiciones más arriesgadas, así como en precios más altos, exponiendo a los migrantes y refugiados a mayores abusos y explotación”. Esta situación también puede afectar a la migración de América Central o Venezuela a Estados Unidos.