La Organización de las Naciones Unidas (ONU) abogó por una investigación "exhaustiva e imparcial" sobre las acusaciones de actos de violencia en torno a la intentona golpista de Bolivia y pidió "juicios justo" para los detenidos.
"Insto a las autoridades a llevar a cabo una investigación exhaustiva e imparcial sobre las denuncias de violencia y los informes de lesiones. Los responsables deben rendir cuentas, y las personas detenidas en relación con los acontecimientos deben recibir juicios justos", indicó en un comunicado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk.
El fallido golpe militar para derrocar al presidente Luis Arce agravó la tensión en el país andino, confrontado a un prolongado declive económico.
"Estoy profundamente preocupado por la incursión militar del miércoles en el palacio presidencial de Bolivia", indicó Türk.
"Es crucial que las autoridades bolivianas, incluidas las fuerzas armadas, garanticen el pleno respeto de los derechos humanos en todas las circunstancias, protejan el orden constitucional y mantengan la paz", agregó.
El Alto Comisionado consideró que "el diálogo y los mecanismos democráticos son la única forma de resolver cualquier tensión" y ofreció "el apoyo constante" de su oficina "a los esfuerzos de Bolivia por defender los derechos humanos y la democracia".
Intento fallido de golpe de estado
Tanquetas y tropas lideradas por el general Juan José Zúñiga intentaron el miércoles derribar una puerta del palacio presidencial en La Paz, donde Arce estaba reunido con su gabinete.
El mandatario de izquierda encaró personalmente al militar y le ordenó que volviera a los cuarteles, según un video difundido por la presidencia.
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Zúñiga se negó, pero abandonó minutos después el lugar y sus tropas se replegaron después de más de tres horas, cuando Arce juramentó a una nueva cúpula militar.
El general fue detenido y enfrenta una pena de hasta 20 años de prisión por terrorismo y alzamiento armado, según la fiscalía. También fue detenido el comandante general de la Armada Boliviana (Marina), el vicealmirante Juan Arnez Salvador. Zúñiga alegó que fue el propio presidente Arce quien le pidió sacar los tanques a la calle para elevar su popularidad.
En la vecina ciudad de El Alto, fortín del oficialismo, pequeños grupos de manifestantes salieron el jueves a las calles y quemaron neumáticos en apoyo a Arce.
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