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Londres.— El secretario general de la ONU, António Guterres, pidió ayer a los gobiernos que declaren un “estado de emergencia climática”, en una cumbre virtual en la que los países renovaron sus compromisos de reducción de gases con efecto invernadero.
A pesar de la grave recesión provocada por el Covid-19, los países deben esforzarse y cumplir con sus objetivos, dijo Guterres, cinco años después del Acuerdo de París, que fijaron unas metas históricas.
“Si no cambiamos de rumbo, nos podríamos dirigir hacia un aumento catastrófico de la temperatura [media] de más de 3 ºC este siglo”, explicó Guterres, por lo que pidió “a todos los líderes en el mundo declarar el estado de emergencia climática en sus países”. Las naciones decidieron este sábado asumir el reto, aunque de forma desigual.
El presidente chino, Xi Jinping, cuyo país es el principal contaminador del planeta, aseguró que reducirá 65% su intensidad de carbono (emisiones de CO2 respecto al PIB) de aquí a 2030, en comparación con los niveles de 2005.
China se compromete a llegar a su pico de emisiones en 2030, para ir bajando hasta alcanzar la neutralidad carbono (emisiones compensadas por retención de CO2) en 2060. El consumo energético chino provendrá 25% de fuentes renovables en 2030, en comparación con 15.3% de 2019, aseguró el presidente.
India, cuarto emisor mundial, tiene previsto recurrir a fuentes de energía renovables para lograr el equivalente a 450 GW de aquí a 2030. En 2047, en el centenario de su independencia, India “no solamente alcanzará sus propios objetivos, sino que sobrepasará sus expectativas”, aseguró el primer ministro, Narendra Modi, en su discurso.
La Unión Europea (UE) ya había anunciado el viernes un incremento en la reducción de emisiones, que ahora será de 55% de aquí a 2030 (40%, anteriormente). El Reino Unido se comprometió, por su parte, a reducir sus emisiones de gases 68%.
Los compromisos fueron recibidos con moderada satisfacción por los expertos y ONG. Hace cinco años, en París, los países se comprometieron a luchar para que el incremento de la temperatura media del planeta fuera “claramente” por debajo de +2°C, y si era posible de +1,5°C, con relación a la era preindustrial.
“China tiene el potencial de hacer más. Conseguir que sus emisiones lleguen al máximo antes de 2025 [en lugar de 2030] es algo que deberían plantearse”, explicó Li Shuo, un experto chino de Greenpeace.
India no se comprometió a establecer una fecha objetivo para la neutralidad carbono.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, llamó al planeta a reducir sus emisiones 45% en los próximos 10 años.
En videoconferencia desde Santiago, Piñera recordó el mensaje que siempre han mantenido los países en vías de desarrollo: las contribuciones al esfuerzo deben ser “nacionalmente determinadas, proporcionales a las capacidades y responsabilidades de cada país”.
Previo a la cumbre, Ecuador pidió más “cooperación internacional” para mitigar y adaptarse al cambio climático.
En esta cumbre virtual, que sustituye a la prevista conferencia del clima (COP), que fue reprogramada en Glasgow (Escocia) el año que viene, la mayor noticia fue, sin embargo, el ansiado regreso de Estados Unidos a la mesa de negociaciones.
El presidente electo Joe Biden declaró mediante un comunicado: “Estados Unidos volverá al Acuerdo de París en el primer día de mi presidencia e inmediatamente empezaré a trabajar con mis homólogos en el mundo para hacer todo lo se pueda, incluido convocar a los líderes de las mayores economías para una cumbre del clima en mis primeros 100 días en el cargo”.
Al respecto, Emmanuel Macron respondió en inglés: “¡Welcome back, welcome home!” (bienvenidos de vuelta). Brasil y Australia no figuraban entre los invitados, a causa de sus objetivos, considerados insuficientes.
El papa Francisco dijo que “la actual pandemia y el cambio climático, que tienen una relevancia no sólo ambiental, sino también ética, social, económica y política, inciden, sobre todo, en la vida de los más pobres y frágiles”. Señaló que “ha llegado el momento de un cambio de rumbo”.