Ginebra/Jerusalén.— El Consejo de Derechos Humanos de la ONU anunció ayer la apertura de una investigación sobre posibles abusos de los derechos humanos en Israel y en los territorios palestinos tras la reciente escalada bélica en la Franja de Gaza.
La resolución pide además que la comisión internacional de expertos estudie “todas las causas profundas de las tensiones recurrentes (...), como la discriminación y la represión sistemática basadas en la identidad nacional, étnica, racial o religiosa”.
La resolución fue introducida por Paquistán en nombre de la Organización de la Conferencia Islámica. La evidencia recabada deberá ser guardada “para maximizar la posibilidad de que sea admitida en procedimientos legales”, se informó
El texto fue aprobado por 24 de los 47 miembros del Consejo, entre ellos México. Otros países latinoamericanos que se sumaron a la iniciativa fueron Argentina, Venezuela, Cuba y Bolivia.
En contra votaron nueve naciones, incluyendo Brasil, Francia, Italia, Países Bajos y Japón. Alemania, al igual que Reino Unido se abstuvieron, junto con otros 12 Estados miembros.
“Si resulta que el impacto sufrido por civiles y bienes materiales civiles ha sido indiscriminado y desproporcionado, este ataque podría constituir un crimen de guerra”, había advertido previamente la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en la apertura de la sesión extraordinaria.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, atacó a la ONU. “La vergonzosa decisión (...) es un ejemplo más de la flagrante obsesión antiisraelí del Consejo de Derechos Humanos de la ONU”, afirmó Netanyahu en un comunicado, en el que acusó a quienes aprobaron la investigación de “encubrir a una organización terrorista genocida que apunta deliberadamente a civiles israelíes mientras convierte a los civiles de Gaza en escudos humanos”, en referencia al movimiento islamista Hamas, que gobierna de facto la franja desde 2007. Netanyahu describió la creación de la comisión investigadora como una “parodia que se burla del derecho internacional y alienta a los terroristas en todo el mundo”.
El conflicto entre Israel y Hamas fue el cuarto desde 2008 y estalló el 10 de mayo con el lanzamiento de cohetes por parte de Hamas hacia el territorio israelí.
Israel respondió bombardeando Gaza y estos ataques, según Bachelet, provocaron “numerosos muertos y heridos entre los civiles y generaron destrucción y daños materiales a gran escala en bienes civiles. Pese a las afirmaciones de Israel que asegura que numerosos de estos edificios acogían a grupos armados o eran usados con fines militares, no hemos visto pruebas al respecto”, afirmó Bachelet.
Hamas dijo “saludar” la investigación y la Autoridad Palestina la calificó de “paso hacia adelante” para la protección de los derechos humanos de los palestinos. El conflicto en Gaza tuvo su origen en los enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este, zona ocupada por Israel, que estallaron por la amenaza de desalojo de familias palestinas de la parte oriental de la ciudad, en beneficio de los colonos israelíes.
“Esta escalada está directamente relacionada con las protestas y la dura respuesta de las fuerzas de seguridad israelíes”, señaló Bachelet.
La responsable también indicó que los disparos de cohetes de Hamas “son indiscriminados y no distinguen entre objetivos militares y civiles, por lo que su uso es una clara violación del derecho internacional humanitario”.