Berlín.— Las rutas migratorias americanas, en particular la frontera entre Estados Unidos y México, han sido más mortíferas durante 2019 respecto al año anterior, según indicó ayer la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), agencia de la ONU.
En total murieron 810 personas “cuando intentaban atravesar desiertos, ríos o zonas aisladas en diferentes rutas migratorias de América, en 2019”, según la célula Missing Migrants (migrantes desaparecidos) del centro de análisis de la OIM.
En un comunicado de prensa, el organismo indicó que es el “mayor número de muertes documentadas en esta región” desde que la OIM comenzó a recopilar este tipo de datos, en 2014. En seis años, 3 mil 800 migrantes perdieron la vida en estas rutas. “Estas cifras nos recuerdan con tristeza que la falta de posibilidades para una movilidad segura y legal empuja a muchas personas a transitar caminos menos visibles y riesgosos”, exponiéndolas a “mayores peligros”, se lamentó Franck Laczko, director de este centro de análisis, citado en el comunicado.
Desde 2014, el número de migrantes muertos intentando cruzar la frontera que separa México de Estados Unidos ha aumentado año tras año, destaca la OIM: 497 personas en 2019, y un total de 2 mil 403 a lo largo de seis años. Dos regiones son particularmente mortíferas.
En el fronterizo río Grande murieron 109 personas en 2019, lo que significa un aumento de 26% respecto a 2018.
En el desierto de Arizona se registraron 171 muertes en 2019, con un aumento de 29% respecto al año precedente.