Kiev.— Una ola de ataques rusos con misiles y drones provocó al menos 26 muertos en Ucrania, cuyas autoridades anunciaron que los preparativos para su contraofensiva “llegan a su fin”.
Así lo declaró el ministro ucraniano de Defensa, Oleksiy Reznikov, en referencia a una contraofensiva esperada desde hace meses para reconquistar territorios ocupados por Rusia en el este y en el sur de Ucrania.
“El equipamiento fue prometido, preparado y parcialmente entregado. En un sentido amplio, estamos listos”, apuntó en rueda de prensa en Kiev, al referirse al envío de material occidental, incluyendo tanques blindados, además de municiones.
El ministro agregó: “En cuanto exista la voluntad de Dios, la meteorología y la decisión de los comandantes, lo haremos”.
En la madrugada, ataques rusos de gran envergadura, que fueron los primeros desde principios de marzo, alcanzaron varias ciudades ucranianas. El presidente Volodimir Zelenski los condenó y prometió una respuesta al “terror ruso”. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso informó que Moscú bombardeó “objetivos militares en Ucrania” con “armas de alta precisión”.
En la ciudad ucraniana de Uman, de unos 80 mil habitantes, al menos 23 personas, entre ellas cuatro niños, murieron por un misil que cayó sobre un edificio de viviendas, según el gobernador regional, Igor Taburets.
En Dnipró, en el centro-este, otro ataque provocó dos muertos, según el alcalde, Boris Filatov, que informó que las víctimas son una mujer y un niño.
El ejército ucraniano afirmó que derribó “21 misiles crucero X-101/X-555 de un total de 23 y dos drones”. El ataque fue lanzado “hacia las 04:00 de la mañana” (hora local) desde bombarderos estratégicos rusos de tipo Tu-95 situados en la zona del mar Caspio, indicó.
En Kiev, una línea eléctrica quedó cortada por la caída de escombros, que también provocaron daños en una carretera, según las autoridades.
En la localidad de Ukrainka, las esquirlas de un misil abatido cayeron sobre un edificio, hiriendo a una niña que tuvo que ser hospitalizada, indicó el gobernador local, Ruslan Kravchenko.
En tanto, en Donetsk, la principal ciudad controlada por Moscú en el este de Ucrania, las autoridades prorrusas afirmaron que nueve personas murieron y 16 resultaron heridas en ataques de las fuerzas ucranianas.
La posibilidad de una contraofensiva ucraniana, apuntalada por el material entregado por Occidente implicaría que la guerra entre en una nueva fase, más de un año después del inicio de la invasión en febrero de 2022.
Los aliados de la OTAN y sus socios entregaron a Ucrania 230 tanques y mil 550 vehículos blindados, anunció el jueves el secretario general de la alianza atlántica, Jens Stoltenberg.
Por su parte, Rusia, que controla alrededor de 20% del territorio ucraniano, ha movilizado a cientos de miles de reservistas para mantener sus avances en el este y el sur y mantiene el objetivo de conquistar el Donbás.
Los combates entre las tropas rusas y ucranianas están concentrados en el este del país, donde se libra una batalla por el control de la localidad de Bajmut, que está casi totalmente destruida.
El viceprimer ministro ruso Marat Khusnullin afirmó que visitó Bajmut y prometió que Rusia reconstruirá la localidad.
En el plano diplomático, apenas se esboza la posibilidad de un alto el fuego o un acuerdo de paz, a pesar de algunas iniciativas en este sentido en los últimos meses por parte de China o Brasil.
El presidente ucraniano pidió este viernes a su homólogo chino, Xi Jinping, que le ayude con el retorno al país de niños “deportados” por Rusia, que Kiev contabiliza en 20 mil.
Por otro lado, la Comisión Europea anunció que Polonia, Hungría, Bulgaria, Rumania y Eslovaquia aceptaron, pese a sus reticencias iniciales, prorrogar la suspensión de los aranceles y derechos sobre el grano ucraniano importado por los países de la Unión Europea.