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​“Odebrecht, un caso de crimen organizado”

En Latinoamérica hay países que tratan de minimizarlo, advierte, sobre el caso de corrupción más grande, considera, de que haya memoria

Mercedes De Freitas, directora ejecutiva de Transparencia Venezuela (Foto: Archivo/El Universal)
09/09/2018 |02:28
El Nacional / Venezuela / GDA
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“Lo que ha pasado con Odebrecht es el caso más grande de corrupción del que tengamos memoria”, señaló Mercedes De Freitas, directora ejecutiva de Transparencia Venezuela, organización fundada en 2004 como el capítulo venezolano de Transparencia Internacional, en entrevista con El Nacional.

Explicó que a pesar de la cantidad de países involucrados y políticos señalados, lo complejo del sistema permite entrever que todavía no se ha descubierto ni de lejos lo que realmente es. “Y no lo digo sólo por Venezuela, donde no se ha investigado nada después de que salió la fiscal Luisa Ortega Díaz y su equipo, sino por toda Latinoamérica, en la que todavía queda mucho por poner en claro”, manifestó.

En República Dominicana, señaló, “tampoco pasa nada, a pesar de las multitudinarias protestas que lleva a cabo la sociedad civil desde hace meses exigiendo que se acabe con la impunidad. La justicia, sin embargo, parece estar bastante influenciada por el poder ejecutivo. Y así como allí hay una larga lista de países donde se está tratando de minimizar el caso, lo que nos parece muy grave”.

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-¿Dónde se ha avanzado más en las investigaciones sobre Odebrecht?

- El país que más ha avanzado después de Brasil es Perú. Tiene señalamientos por lavado de capitales contra tres ex presidentes: Alejandro Toledo, Pedro Pablo Kuczynski y Ollanta Humala. También están investigando al ex mandatario Alan García y a la ex candidata presidencial Keiko Fujimori. Hoy tienen un presidente no electo, Martín Vizcarra, que quedó en funciones porla salida de Kuczynski.

-¿Cuál es el país más rezagado?

-Venezuela, porque no hay nada abierto y nadie sabe nada de eso. En Venezuela está cerrado y en República Dominicana no terminan de abrirlo. En Mozambique y Argelia tampoco hay mucho movimiento de la justicia. Lo que es terrible es que el caso sirve para ver en qué países hay sistemas de administración de justicia independientes y autónomas que se preocupan por el impacto de la corrupción y en qué países no.

-¿Por qué el Estado venezolano no hace averiguaciones?

-Obviamente que cuando la justicia se queda callada en un caso de estas magnitudes es porque el poder está involucrado y no quiere que se investigue. Nosotros citamos en el Informe Corrupción 2017 una larga lista de personas que tuvieron responsabilidad en la firma de los contratos con la empresa. La poca información que de vez en cuando sale a la luz nos indica que los fiscales que quedaron a cargo de la investigación no han hecho su trabajo y si lo hacen es algo absolutamente secreto porque nadie sabe nada.

-¿Hay alguna opción para que se pueda desenmascarar esa trama de corrupción?

-Lo que nosotros decimos es que esos casos tienen impacto internacional y la información va a salir a la luz pública no necesariamente porque en Venezuela se investigue, pero sí por averiguaciones que se hagan en otros países, precisamente porque todo el dinero se movía a través de redes internacionales. Lo sucedido con Odebrecht hay que analizarlo como un caso de crimen organizado, y esa es la posibilidad de tener a la justicia transnacional detrás de estos casos.

-¿Las cifras de pagos millonarios que se han divulgado muestran la magnitud del desfalco en Venezuela?

-Para nosotros es muy obvio que Marcelo Odebrecht mintió en la Corte de Nueva York porque los números no cuadran. En todas partes pagaban 3% mínimo de sobornos sobre el monto de las obras, lo que da para que la cifra sea muchísimo mayor que los 98 millones de dólares que declaró. Pero al margen de los sobornos, que son gravísimos, hay que alertar que se perdió dinero que necesitábamos para salud, educación, transporte, y además no tienes esas obras, que te das cuenta que las necesitamos. El drama del Metro de Caracas es obvio, el tema del transporte es pésimo y mucho peor en el interior del país, se viaja en vehículos como animales y el Estado ni se preocupa por eso.

-¿Hay mejoría en la región en cuanto a la lucha contra la corrupción?

-Los países han ido mejorando lentamente porque han incorporado planes de gobierno abierto; algunos crearon órganos de transparencia y lucha contra la corrupción, y se han aprobado leyes de acceso a la información. En Venezuela, al contrario, no sólo no avanza sino que el retroceso ha sido brutal. Estamos en el último lugar de América desde hace mucho tiempo y además estamos entre los últimos 10 del mundo, junto a países que no han tenido ni la más mínima estructura como Somalia y Corea del Norte. No hemos visto ningún esfuerzo por parte de ninguna instancia del Estado venezolano, salvo la Asamblea Nacional, para eliminar la discrecionalidad, proteger lo público para el interés de todos, eliminar el monopolio del poder y formalizar unos sistemas de autonomía de la justicia.

-¿Qué espera Transparencia Venezuela de los países del continente?

-Nosotros esperamos que las fiscalías y los tribunales de América consideren los casos de corrupción de Venezuela y el impacto que también tiene en sus Estados. Esperamos que publiquen información que señale a los corruptos y que utilicen la justicia internacional para castigar los delitos.

-¿Y en Venezuela?

-Deseamos que la gente tome conciencia de cómo le está impactando la corrupción, que es la causa de la crisis, de que no haya medicinas ni alimentos, de que nos esté matando la inseguridad, y que se tiene que hacer todo para que eso se acabe lo antes posible.

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