Washington.— Los obispos católicos de Estados Unidos acordaron ayer redactar un documento sobre la comunión que algunos de ellos quieren que sirva para censurar a los políticos católicos que apoyan el derecho a abortar, como es el caso del presidente del país, Joe Biden.
Por 168 votos a favor y 55 en contra, además de seis abstenciones, los miembros de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) aprobaron, en su asamblea general de la primavera boreal, la redacción de ese comunicado, que oficialmente estará centrado en “el significado de la eucaristía en la vida de la Iglesia”.
Detrás de esa iniciativa se esconde la campaña de un grupo de obispos conservadores a quienes les incomoda el hecho de que Biden, el primer católico que ocupa el Despacho Oval en seis décadas, sea también un férreo defensor del derecho a abortar. La decisión, con la oposición vehemente de una minoría de obispos, se produjo a pesar de los llamamientos del Vaticano para un enfoque más cauteloso y colegiado del tema divisivo. Y plantea preguntas sobre qué tan estrechamente los obispos podrán cooperar con la administración Biden en temas como la inmigración y la injusticia racial.
Los partidarios de la medida dijeron que se necesita una fuerte reprimenda a Biden debido a sus recientes acciones de protección y expansión del acceso al aborto, mientras que los opositores advirtieron que tal acción retrataría a los obispos como una fuerza partidista durante una época de amargas divisiones políticas en todo el país.
Como resultado de la votación, el comité de doctrina de la USCCB redactará una declaración sobre el significado de la comunión en la vida de la Iglesia que se presentará para su consideración en una reunión futura, probablemente una reunión en persona en noviembre. Para ser adoptado formalmente, el documento necesitaría el apoyo de dos tercios.
Una sección tiene la intención de incluir una advertencia específica para los políticos católicos y otras figuras públicas que desobedecen las enseñanzas de la Iglesia sobre el aborto y otros temas doctrinales fundamentales.
Biden, quien asiste a misa con regularidad, dice que él personalmente se opone al aborto, pero no cree que deba imponer esa posición a los estadounidenses que sienten lo contrario. Ha tomado varias acciones ejecutivas durante su presidencia que fueron aclamadas por defensores del derecho al aborto. Biden dijo que no cree que los obispos católicos estadounidenses adopten una política que le niegue la comunión: “Es un asunto privado”.
El presidente del comité de doctrina de la USCCB, el obispo Kevin Rhoades de Fort Wayne-South Bend, Indiana, dijo que no se han tomado decisiones sobre el contenido final del documento propuesto. Declaró que los obispos que no están en el comité tendrán la oportunidad de ofrecer su opinión, y el borrador final estará sujeto a enmiendas antes de someterse a votación. También dijo que el texto no mencionaría a Biden ni a otras personas por su nombre y ofrecería pautas en lugar de imponer una política nacional obligatoria.
Eso dejaría las decisiones sobre la comunión para feligreses específicos en manos de obispos y arzobispos individuales. El cardenal Wilton Gregory, arzobispo de Washington, ha dejado en claro que Biden es bienvenido para recibir la comunión en las iglesias de la arquidiócesis.