Más Información
Washington.— Presuntas bombas artesanales fueron enviadas en Estados Unidos a destacados demócratas, entre ellos el ex presidente Barack Obama y la ex secretaria de Estado y ex candidata a la presidencia, Hillary Clinton, todos denostados por el presidente Donald Trump, inflamando el ya tenso panorama político antes de las elecciones legislativas y en medio de acusaciones al mandatario de sembrar la violencia.
En ningún caso los paquetes estallaron, no llegaron a las personas a las que se dirigían ni se registraron personas heridas. Personal especializado retiró todos los paquetes para su desactivación e investigación.
Los seis destinatarios confirmados por el FBI son:
—George Soros, el multimillonario, filántropo y partidario del Partido Demócrata. En su caso, el paquete fue hallado el lunes en el buzón de su residencia en Nueva York.
—Hillary Clinton, el artefacto fue interceptado la noche del martes en su casa al norte de Manhattan.
—Barack Obama, el paquete fue detectado ayer por el Servicio Secreto en su residencia de Washington DC.
Envíos similares fueron para John Brennan, ex director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el cual fue remitido a las oficinas de CNN, con la que colabora y ubicadas en la Torre Warner en la ciudad de Nueva York, lo que obligó a la evacuación del edificio.
Otro paquete dirigido al ex fiscal general durante el gobierno de Obama, Eric Holder, fue llevado por error a la dirección que tenía como remitente: la oficina de Wasserman Schultz en Florida.
La legisladora demócrata por California Maxine Waters recibió dos paquetes con las mismas características: uno en su oficina de Washington y el otro fue interceptado en una instalación de correo de Los Ángeles.
“No tengo certeza en este momento de que [quien esté detrás de esto] sea una persona o una red”, dijo a CNN el jefe de la policía de Nueva York, James O’Neill, y confió en que los responsables serán identificados y detenidos.
Trump apeló a la unidad, diciendo que “los actos de violencia política” no tienen “lugar en Estados Unidos”. Sin embargo, horas después, en un mitin electoral en Mosinee, Wisconsin, pidió a los medios que detengan su “hostilidad sin fin” y sus “ataques falsos” en la cobertura sobre los paquetes enviados a demócratas.
“Los medios de comunicación también tienen la responsabilidad de establecer un tono civil y cesar la hostilidad sin fin y los ataques e historias negativas constantes y muchas veces falsas”, agregó. “Tienen que hacerlo. Tienen que parar”.
En Twitter, la etiqueta #MAGABomber era tendencia, con usuarios responsabilizando al presidente por incitar este tipo de acciones. Según críticos de Trump, con su lema Make America Great Again (Que EU sea grande otra vez) el mandatario alienta a la extrema derecha. Los líderes demócratas en el Congreso de EU: el senador Chuck Schumer y la representante Nancy Pelosi, acusaron a Trump de condonar “la violencia física y dividir a los estadounidenses”.
En Nueva York, el alcalde Bill de Blasio condenó lo que llamó “un intento de aterrorizar” y pidió a todos los políticos no alentar la violencia ni los ataques a los medios.
Por su parte, el gobernador del estado, Andrew Cuomo, anunció que se duplicará el personal de seguridad desplegado en sitios considerados clave, como los aeropuertos JFK Y La Guardia, el sistema de transporte público, los puentes y túneles. “La seguridad del público es nuestra prioridad número uno y por ello estamos implementando todas las medidas de precaución necesarias”, afirmó en un comunicado.
