El escritor nicaragüense Sergio Ramírez Mercado respondió hoy a las acusaciones emitidas por la fiscalía nicaragüense en su contra asegurando que “nunca me impondrán el silencio” y que sus únicas armas “son las palabras”.
La fiscalía acusó y solicitó la detención de Ramírez por actos que “incitan al odio” y por “conspirar” contra la soberanía, en medio de una serie de juicios abiertos a opositores y a dos meses de las elecciones generales. Según la acusación, el novelista recibió, a través de la Fundación Luisa Mercado que preside, dinero de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro , destinados para fines ajenos a dicha fundación.
Los principales miembros de la Junta Directiva de la Fundación Violeta Barrios han sido acusados de apropiación indebida y lavado.
El Premio Cervantes 2017 -el galardón más importante de la literatura en español- se encuentra fuera de Nicaragua y había advertido que no regresaría para evitar represalias del gobierno, luego de que el Ministerio Público lo citara.
Sin embargo, en un video, reaccionó al anuncio de la fiscalía.
“Daniel Ortega me ha acusado a través de su propia fiscalía, y ante sus propios jueces, de los mismos delitos de incitación al odio y la violencia, menoscabo de la integridad nacional y otros que no he tenido tiempo de leer, acusaciones por las que se encuentran presos en las mazmorras de la misma familia muchos nicaragüenses dignos y valientes”, dijo.
Además de la acusación y solicitud de captura, la fiscalía solicitó el allanamiento de la casa de Ramírez, quien fuera miembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional que asumió el país tras el triunfo de la revolución de 1979, y fue vicepresidente de Ortega en su primer mandato (1985-1990).
En 1995, el autor de “Castigo Divino” renunció por discrepancias al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN-izquierda).
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“Las dictaduras carecen de imaginación y repiten sus mentiras, su saña, su odio y sus caprichos. Son los mismos delirios, el mismo empecinamiento ciego por el poder y la misma mediocridad de quienes teniendo en su puño los instrumentos represivos y habiéndose despojado de todos los escrúpulos creen también que son dueños de la dignidad, de la conciencia y la libertad de los demás”, aseguró.
Sobre el allanamiento en su casa, señaló que “lo que van a hallar es una casa llena de libros. Los libros de un escritor, los libros de toda mi vida”.
Ramírez, Premio Alfaguara 1998 por “Margarita, está linda la mar”, se declaró “un escritor comprometido con la democracia y con la libertad” y advirtió que “no cejaré en este empeño desde donde me encuentre. Mi obra literaria de años es la obra de un hombre libre”.
Y concluyó: “Las únicas armas que poseo son las palabras y nunca me impondrán el silencio”.
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