Monterrey.- Nuevo León espera una avalancha de migrantes haitianos en los próximos días, pues a raíz del endurecimiento de la política migratoria del gobierno de Estados Unidos, que se manifestó con deportaciones masivas de quienes habían cruzado la frontera, y el cierre del puente internacional Del Río-Acuña, los haitianos que pensaban llegar al país del norte, optaron por venir temporalmente a esta ciudad, y en apenas 24 horas prácticamente llenaron los albergues existentes, por lo que será necesario habilitar nuevos refugios.

José Jaime Salinas Flores, administrador del albergue Casa Indi (Institución Normativa de los Indigentes) y “Comedor de los Pobres Padre Infante”, destacó que la población migrante de Haití, que era escasa en días pasados en ese albergue que tiene capacidad para 500 personas, y ya está a su máxima capacidad, hoy representa 65% de las personas que se acercaron a buscar techo y comida de manera temporal.

Expuso que la mayoría de los que haitianos buscan refugio, ya desistieron de ir a Estados Unidos porque si los agarra la Migra los va a deportar a su país, y porque los que se fueron por Acuña están hacinados, sin esperanzas de cruzar la frontera, y no quieren irse por Nuevo Laredo por temor a las bandas del crimen organizado.

“Ellos saben que el presidente Biden dijo, voy a cerrar esto para no dejar un precedente”, ya que, si acepta a los que ya están en la frontera en este o en aquel lado (del Bravo), va a tener que aceptar a todos los haitianos”, es decir once millones de personas. Por eso decidieron que mientras se calman las aguas en Estados Unidos, van a permanecer en Monterrey.

El problema es que, en Nuevo León, los albergues para migrantes tienen en total capacidad para un máximo de mil personas, y se espera que en los próximos días lleguen unos 16 mil haitianos que ingresan por Tapachula. Por ello, comentó Salinas Flores, están habilitando algunas casas y esperan que los gobiernos estatal y municipal de Monterrey hagan lo conducente para habilitar refugios temporales.

También externó su preocupación dado que los migrantes están hacinados y casi ninguno trae cubrebocas y, como se sabe, Haití es de los países con menos vacunación contra covid-19 en el mundo, a raíz de lo cual demandó apoyo del estado y el municipio para que envíen brigadas médicas que les realicen un chequeo. En suma, señaló el administrador de Casa INDI, “estamos viviendo una situación de emergencia que apenas comienza”.

Jean David Vincent, de 31 años de edad, quien hace mes y medio salió de Puerto Príncipe, con su esposa y una niña de tres años, tras esperar varias semanas en Tapachula a que la Comar les entregara documentación para poder transitar y trabajar en México, pero al no obtener respuesta se trasladó a Monterrey.

Comentó que en el camino hay muchos males, pues hasta los choferes de los autobuses les cobran más que a los viajeros mexicanos, y así se les ha ido la poca plata que traían.

Como se ha dificultado su paso a Estados Unidos, y la situación en Haití era insostenible por el sismo del 14 de agosto, que vino a complicar la economía y la política tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio, Jean David busca apoyo para permanecer y trabajar en Monterrey, como operador de grúa igual que en su país, ya desde esos incidentes sumamente agobiado por la pandemia de Covid-19, y crisis interminables por desastres naturales como huracanes entre otros fenómenos naturales, políticos y sociales.

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