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Jersey City.— Luego de que las autoridades informaran que el tiroteo de varias horas que el martes dejó seis muertos en Jersey City, cerca de Nueva York, tuvo como blanco un supermercado kosher, se anunció la creación de una unidad policiaca contra el odio por razones raciales o étnicas; sin embargo, los oficiales se abstuvieron de calificar el ataque como un acto antisemita.
El presidente de la Unión de Organizaciones judías de Williamsburg y North Brooklyn, Nueva York, David Niederman, expresó la preocupación de su comunidad tras el tiroteo en un supermercado kosher de Nueva Jersey y lamentó que los judíos “ya no están seguros en el área metropolitana de Nueva York”.
En una rueda de prensa conjunta con las autoridades políticas y policiacas de Jersey City y Nueva York para dar detalles sobre el suceso, el alcalde neoyorquino, Bill de Blasio, anunció la creación de la unidad policiaca. El tiroteo de varias horas del martes tuvo como blanco el supermercado, dijeron las autoridades, que no obstante se abstuvieron de calificarlo como un acto antisemita.
Primero, hacia las 12:30 horas del martes, los sospechosos mataron a un policía, Joseph Seals, que se acercó a ellos y a su camioneta de alquiler robada en un cementerio, informó el fiscal general del estado, Gurbir Grewal, en una conferencia de prensa.
Tras disparar contra el agente, los asaltantes condujeron lentamente hasta un pequeño supermercado kosher situado en el barrio de Greenville, estacionaron enfrente, se bajaron del vehículo apuntando con rifles largos y comenzaron a disparar inmediatamente al entrar, narró Grewal.
En la tienda había cuatro personas. Los autores del tiroteo mataron a la esposa del propietario, Mindel Ferencz, de 32 años; a un empleado latino, Miguel Douglas, de 49, y a un cliente, Moshe Deutch, de 24. Otra persona logró escapar tras recibir una herida de bala.
Ni el alcalde de la ciudad, Steven Fulop, ni el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, o Grewal declararon tener suficiente información como para determinar las motivaciones de los dos sospechosos, un hombre y una mujer.
Sin embargo, los responsables del ataque fueron identificados por los medios como David Anderson, ligado al grupo Black Hebrew Israelite, y Francine Graham.
De Anderson se sabe que estuvo ligado al grupo Black Hebrew Israelite, cuyos miembros creen ser descendientes de los antiguos israelíes y que pueden adherirse a creencias tanto cristianas como judías.
Anderson, de 47 años, tenía antecedentes penales. Fue arrestado en Nueva Jersey por cargos relacionados con armas tras un incidente en 2007 y también tenía antecedentes en Ohio, por otro hecho de 2009. En 2004, además, fue sentenciado a tres años de libertad condicional.
En sus redes sociales se encontraron textos antisemitas y contra la policía. En cuanto a Graham, las autoridades no hallaron antecedentes penales. De acuerdo con un vecino, citado por NBC News, dijo que ella era auxiliar médico en Manhattan, que conoció a Anderson cuando resultó lesionada en el trabajo y renunció; desde entonces, se volvió una “persona oscura”, contó.
El mismo vecino aseguró que Graham había sido obligada a adherirse a una religión que no identificó y que solía escuchar cánticos y lecturas del Nuevo Testamento provenientes de la casa donde ella vivía.
El rabino David Niederman declaró: “No debemos dejar que el odio nos divida”. Agradeció la labor de la policía, de las autoridades locales de Jersey City y especialmente del alcalde de Nueva York por “tener el valor de llamar al ataque como lo que es: un ataque antisemita”.