Tras casi una hora de catarsis, luego de haber sido condenada por actos de corrupción a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, Cristina Kirchner dijo que no será candidata “a nada” el año próximo y desafió a quienes señaló como sus enemigos políticos a que la metan presa una vez que deje el poder, el 10 de diciembre de 2023.
La decisión provocó conmoción en su círculo más cercano, que escuchó en silencio la tajante definición con la que la vicepresidenta cerró el nuevo alegato político que dirigió desde su despacho de prresidenta del Senado y con el que salió al cruce del fallo del Tribunal Oral Federal 2. En esta intervención volvió a cargar las tintas contra la Justicia, la oposición liderada por Mauricio Macri y el “poder económico”, a los que acusó de pretender proscribirla.
“La condena real es la inhabilitación perpetua a ejercer cargos electivos, cuando todos los cargos que ejercí fueron por el voto popular”, dijo Cristina Kirchner, “Esto es lo que me están cobrando, por esto me inhabilitan. Esta es la verdad de la milanesa”, agregó.
Fue el preámbulo para el momento culminante de su discurso, en el que con la voz al borde de quebrarse por el enojo dijo: “ Bueno, no voy a ser candidata ”.
“Una muy buena noticia para usted señor (Héctor) Magneto , porque el 10 de diciembre de 2023 no voy a ser vicepresidenta, así que puede dar la orden de que me metan presa. No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta ni a senadora, no voy a estar en ninguna boleta. Me vuelvo a mi casa, como en 2015″, completó, dirigiéndose al director Ejecutivo del Grupoi Clarín.
Apenas unos minutos después de terminar su intervención, difundida por sus redes sociales, comenzaron a llegar al despacho de la vicepresidenta dirigentes del Frente de Todos, que buscaban solidarizarse con Cristina Kirchner, Así, se pudo ver como ingresaban a las dependencias de la presidencia del Senado a la presidenta de la Cámara de Diputadas, Cecilia Moreau , al senador Oscar Parrilli y al dirigente Juan Grabois .
Desde el Senado de la Nación, donde la vicepresidente llegó unos treinta minutos antes de la lectura del veredicto, Cristina Kirchner desgranó parte de la sentencia. “Tal cual lo dijimos hace tres años, la condena estaba escrita”, comenzó.
Y siguió: “Lo raro de la condena de hoy es que es por administración fraudulenta. No quiero detenerme tanto en lo estrictamente jurídico, pero quiero leer el artículo 171. En su inciso 7, se establece la conducta que se hace responsables de acuerdo al Código Penal. Dice: ‘El que por disposición de la ley de la autoridad o por un acto jurídico tuviera a su cargo la administración de bienes ajenos y con el fin de procurar para sí un lucro indebido o para causar daños violando sus deberes’”.
“Como ustedes me habrán escuchado durante los alegatos, probé absolutamente, y así lo hizo también nuestra defensa, que de acuerdo a la Constitución, yo no tengo el manejo de las leyes del Presupuesto, porque lo curioso es que el delito lo cometí por la sanción de leyes”, continuó Cristina Kirchner, y remarcó: “Yo no legislo. No sancioné las leyes del Presupuesto, esos fueron los diputados y senadores. Tampoco el Presidente de la República”.
“Esto es mucho más simple, esto no es ni lawfare ni partido judicial: esto es un estado paralelo y mafia judicial”, definió la vicepresidenta, y enfatizó: “Y la confirmación de la existencia de un sistema paraestatal donde se decide sobre la vida, el patrimonio, la libertad de los argentinos, que está afuera de los resultados electorales”.
Los jueces que decidieron la pena de la vicepresidenta son los del Tribunal Oral Federal N° 2, Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Gorini y Andrés Basso. Gorini presidió el tribunal al momento de la lectura.
Con esta sentencia, es la primera vez que un vicepresidente en ejercicio de sus funciones es condenado por cargos de corrupción, ya que cuando fue juzgado y condenado Amado Boudou , en 2018, ya había dejado la función pública. Boudou fue vicepresidente de Cristina en su segundo mandato.
Cristina Kirchner hizo referencia también a una filtración ilegal de supuestos mensajes privados intercambiados en un grupo de la plataforma Telegram por cuatro jueces, un fiscal, el ministro de Justicia de la ciudad de Buenos Aires y directivos del Grupo Clarín que compartieron en octubre un viaje al campo del empresario británico Joe Lewis en la Patagonia .
“La confirmación de la existencia de un sistema paraestatal, de un sistema donde se decide sobre la vida, el patrimonio de la libertad, y que está por afuera de los resultados electorales, lo tuvimos este fin de semana. Ayer el Presidente, en una cadena nacional, hizo mención a algo que tomó estado público”, mencionó Cristina Kirchner.
La vicepresidenta remarcó que también viajaron “dos funcionarios de [Horacio] Rodríguez Larreta”. “El ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, a quien recuerdo muy bien, porque fue el que colocó las vallas en mi casa cuando sucedieron los episodios después del atentado. Además, después del atentado contra mi vida, hizo acciones de inteligencia con a Policía de la Ciudad, que sacaban fotos a toda la gente que entraba y salía del edificio de Juncal y Uruguay”, denunció, en alusión a los hechos que se dieron en la semana del intento de asesinato en su contra. “[Marcelo D’Alessandro] es el que controla la seguridad. O sea, vendedores ambulantes que van por toda la ciudad. ¿Recuerdan la banda de los vendedores ambulantes que terminaron atentando contra mi vida?”, señaló.
En el listado de personas señaladas por haber participado del supuesto viaje, Cristina Kirchner sumó la participación de otros funcionarios judiciales. “También lo acompañaba el jefe de los fiscales, que es Juan Mahiques, hijo de Carlos Mahiques, hermano del fiscal de la causa. La familia judicial en su máximo esplendor”, siguió, y agregó: “Recordemos que en Liverpool juegan con el fiscal de la causa, el inefable [Diego] Luciani, en la quinta de [Mauricio] Macri. Mariano Llorens, que está en la Cámara Federal, que siempre falla condenándonos. Esto es el sistema que hoy está funcionando bajo la pomposa denominación de Poder Judicial. Un partido judicial, una mafia, un Estado paralelo ”.
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Así, la vicepresidenta trazó un paralelismo. “En el avión iban todos juntos a lago Escondido, casi como hacer una junta. La junta de Lago Escondido. Así como había juntas militares en una etapa muy terrible de nuestro país hay juntas que parece que gobiernan el país y deciden por fuera de todos los estamentos”, apuntó.
Cristina Kirchner siguió en su streaming con una serie de observaciones sobre la filtración de los supuestos mensajes . Mientras leía los chats atribuidos al grupo que viajó al sur, la vicepresidenta hizo una selección de temáticas. Una de ellas, vinculadas al periodismo. “No te informan, no hacen periodismo, hacen política”, consideró.
“Encubriendo la dádiva”. Ese es el nombre de otro de los capítulos que la vicepresidenta eligió para su exposición, que estuvo acompañada por diapositivas que exhibían los presuntos diálogos del grupo de viajeros, obtenidos mediante escuchas ilegales.
“Comienzan a generar cómo pueden disimular que se subieron a un avión. Siguen hablando y hablando, y al final... Pablo Yadarola ¿Cómo no va a ser el experto? Es el juez en lo penal y económico que analiza las facturas truchas, que juzga si evadiste impuestos, este es el que hace eso con la de él. Con la tuya te revienta, salvo que alguna tarifa te exima de cualquier condena. Este es el país que hoy tenemos y este es el Poder Judicial que hoy tiene la República Argentina”, dijo Cristina Kirchner.
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“En el sistema que me condena hoy a mí no van a tolerar jamás que alguien como yo no haga lo que ellos dicen. Es claro que [Héctor] Magnetto presionó al gobierno de Néstor [Kirchner]”, evaluó la vicepresidenta. Ya había apuntado contra el CEO de Clarín en una entrevista que concedió el fin de semana al diario Folha de San Pablo.
Y siguió: “El poder económico mediático que controla en una suerte de Estado paralelo y que coarta permanentemente. Es además un sistema disciplinador. La condena no son seis años o la cárcel, la condena real que dan es la inhabilitación perpetua a ejercer cargos políticos electivos. A todos los cargos políticos a los que accedí fue siempre por el voto popular: cuatro gobiernos peronistas ganamos con el apellido Kirchner. En 2003, 2007, 2011 y también contribuimos ala victoria en 2019. Por esto me inhabilitan. Que la cuenten como quieran. Esta es al verdad, por esto me están condenando”.
En este sentido, Cristina Kirchner aseguró: “No voy a someter a la fuerza política que me dio el honor de ser dos veces presidenta y una vez vicecpresidenta a que la maltraten en período electoral con una candidata condenada, con inhabilitación perpetua, con administración fraudulenta por el Estado”.
“No voy a ser candidata. Es más, una muy buena noticia para usted, [Héctor] Magnetto. El 10 de diciembre de 2023 no voy a tener fueros, no voy a ser vicepresidenta. Así que le va a poder dar la orden a sus esbirros de la Casación y de la Corte Suprema que me metan presa”, lanzó.
“Mascota de usted [Héctor Magnetto], nunca jamás”, continuó, y sostuvo: “No voy a ser candidata a nada, ni a presidenta, ni a senadora. Mi nombre no va a estar en ninguna boleta. Termino como me volví el 10 de diciembre de 2015 a mi casa, a la misma casa de donde salí un 25 de mayo de 2003 a quien fuera mi compañero”.
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