La sorpresiva aparición de Sean Spicer, el ex vocero de la Casa Blanca , en la ceremonia de entrega de los Emmy, celebrada la noche del domingo en Los Ángeles, no resultó tan simpática principalmente para los estadounidenses .
El ex funcionario tuvo una breve participación , al inicio de la ceremonia, en la que hizo una parodia de sí mismo. "Esta será la gala con más espectadores de los Emmy. Punto", dijo en clara alusión a su primera rueda de prensa en la Casa Blanca, cuando aseguró que la toma de posesión de Donald Trump fue "la investidura que más público tuvo jamás. Punto". Ese fue el inicio de los numerosos desencuentros que ha tenido la actual administración con los medios de comunicación.
De primer momento, su aparición causó sorpresa entre los asistentes, quienes aplaudieron la broma. Sin embargo, en redes sociales se multiplicaron las voces que rechazan convertir en una broma a Spicer.
“Felicidades a @seanspicer por su nuevo trabajo como el remate de un chiste que no es gracioso”, escribió en Twitter Dan Pfeiffer, un ex asesor del presidente Barack Obama .
El actor Zach Braff escribió: “No estoy listo para reir “con” Sean Spicer. Creo que es un malvado mentiroso oportunista que hirió a nuestro país”.
En términos similares se expresó el senador por Hawaii, Brian Schatz: “No se gracioso que el vocero del presidente mintiera agresiva y frecuentemente, y no debería ser tratado como una celebridad”.
El periodista de MSNBC, Lawrence O’Donnell pubicó en la misma red social: “Recordamos que @seanspicer mintió por dinero, verdad? El miente para vivir”.
Al respecto, Alec Baldwin, quien ganó el Emmy por su personificación del presidente Trump en el programa Saturday Nigth Live, dijo a la prensa que reconocía el “sentido del humor” de Spicer de reírse de él mismo.
Los constantes enfrentamientos de Spicer con la prensa lo hicieron objeto de parodia a cargo de la actriz Melissa McCarthy, interpretación por la que ganó un Emmy. Se sabe que al presidente Trump le molestaba particularmente que su vocero fuera ridiculizado por una mujer.
Spicer renunció a su cargo en la Casa Blanca el 21 julio ante la llegada de Anthony Scaramucci, un experto en finanzas como director de comunicación --quien duró en el puesto sólo 10 días.
lsm