Amira al Taweel recorrió las farmacias del norte de Gaza en busca de leche para alimentar a su hijo, pero no encontró ni un solo cartón para saciar su hambre.
"Yussef necesita tratamiento y leche, pero no hay en Gaza", lamentó esta mujer de 33 años a AFP en el hospital de los mártires de Al Aqsa, en Deir al Balah, donde su hijo ingresó por desnutrición en el centro del asediado territorio.
"Le doy de comer, pero no leche porque no hay. Le doy trigo [harina], que le hincha", explica, mientras Yussef yace en una estrecha cama y su frágil cuerpo recibe la medicación, que necesita desesperadamente,por via intravenosa.
La oficina de prensa del gobierno del movimiento islamista palestino Hamas, en el poder en Gaza desde 2007, afirma que al menos 32 personas, muchas de ellas niños, murieron por desnutrición en Gaza desde que estalló la guerra el 7 de octubre, tras un ataque de los milicianos islamistas en Israel.
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Durante el ataque, los comandos de Hamas mataron a 1.189 personas, en su mayoría civiles, según un balance de AFP basado en datos oficiales israelíes.
Los milicianos también secuestraron a 252 personas. Israel afirma que 121 permanecen secuestradas en Gaza, de las cuales 37 habrían muerto.
En respuesta, Israel prometió "aniquilar" a Hamas y lanzó una ofensiva aérea y terrestre que dejó hasta el momento 36.439 muertos en Gaza, también civiles en su mayoría, según el Ministerio de Salud del territorio palestino.
Las agencias humanitarias advierten que la situación es aún peor para los niños. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó el sábado que más de cuatro de cada cinco niños habían pasado un día entero sin comer al menos una vez en 72 horas.
"Los niños se mueren de hambre", declaró Margaret Harris, portavoz de la OMS, en un comunicado.
El aumento de la desnutrición entre los niños de Gaza se debe en gran medida a que la ayuda humanitaria que entra en el territorio no llega a su destino, advierten estas agencias.
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Desde mediados de enero, la OCHA, la agencia humanitaria de la ONU, ha examinado a más de 93.400 niños menores de cinco años en Gaza para detectar casos de desnutrición, incluidos 7.280 que ya presentaban desnutrición aguda.
Los casos de desnutrición prevalecen sobre todo en el norte de Gaza, que recibió poca ayuda en los primeros meses de la guerra.
Gran parte de la ayuda apenas llegó en las últimas semanas a través de nuevos cruces, después de que las agencias humanitarias advirtieran de una hambruna inminente.
El ejército israelí informó este domingo que 1.858 camiones de ayuda fueron inspeccionados y enviados a Gaza esta semana a través de los pasos fronterizos de Kerem Shalom y Erez Oeste, incluidos 764 procedentes de Egipto.
Tras el ingreso de Yussef y otro bebé, Saif, en el hospital de los mártires de Al aqsa, sus madres se sentaron junto a ellos, preocupadas por cuánto tiempo podrían sobrevivir con la comida que les proporciona el hospital.
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"Dependemos de la ayuda que llega aquí y es entregada a los niños", dijo Noha Al Jaldi, la madre de Saif. "Sufre toda la noche (...) Se supone que iban a operarle, pero se aplazó", añadió.
Hazem Mostafa, pediatra del hospital, culpó al cierre del paso fronterizo de Rafah, en el sur, del empeoramiento de la situación.
El paso de Rafah constituye el principal punto de entrada para la ayuda humanitaria en Gaza, pero las fuerzas israelíes lo controlan desde el 7 de mayo.
Desde entonces, ninguna ayuda ha entrado en el territorio a través del paso fronterizo, y ningún paciente enfermo o herido ha podido salir para recibir tratamiento en Egipto.
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