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Entre la treintena de heridos que dejó el tiroteo en Highland Park , Illinois, el 4 de julio, había un niño de ocho años que si bien sobrevivió, hoy enfrenta una dura realidad.
Se trata de Cooper Roberts , quien recibió un balazo en el pecho y podría no volver a caminar, según dijo Anthony Loizzi, un vocero familiar, en conferencia de prensa, informó NBC News.
Siete personas perdieron la vida en el tiroteo que desató Robert Crimo III durante el desfile por la celebración del aniversario de la Independencia de Estados Unidos.
Cooper asistió al desfile junto con su hermano gemelo, Luke, y sus padres.
“Cooper recibió un balazo en el pecho y sufrió lesiones significativas, incluyendo una médula espinal afectada”, detalló Loizzi.
Condición “crítica pero estable”
Este jueves, Cooper, quien es fanátido del béisbol y en particular de los Milwaukee Brewers, se encontraba en condición “crítica pero estable”, apoyado por un ventilador, en el Hospital Infantil Comer de Chicago .
La madre de Cooper, Keely Roberts, también fue baleada, y Luke, el hermano gemelo del niño, sufrió heridas de metralla .
Keely recibió balazos en la pierna y el pie, y fue sometida a dos cirugías, pero el miércoles los doctores la dieron de alta para poder estar
con Cooper, dijo NBC News, citando a la misma fuente.
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Luke ya fue dado de alta.
Otro pequeño, Aiden McCarthy, de dos años, sobrevivió al tiroteo gracias a que su padre, Kevin, lo protegió con su cuerpo, pero tanto Kevin como su esposa, Irina, perdieron la vida.
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