Miami.- Jóvenes estadounidenses y de otras nacionalidades disfrutaron de la embriaguez e histeria del spring break, que son las vacaciones del inicio de primavera, a pesar de la alerta por el en la Unión Americana.

Cada año son poseídos para expresar al máximo su libertad o, para algunos, libertinaje. Este 2020 no querían que fuera diferente; se negaban a que el Covid-19 les echara a perder la fiesta.

“Mi amiga y yo viajamos desde Chicago el 15 de marzo, hicimos todos los planes para pasar estas vacaciones muy cool en Miami”, dice a EL UNIVERSAL Georgina Mali, quien es una joven financiera, gerente de una sucursal bancaria en su ciudad de origen.

“No pensamos que fueran a clausurar las playas y menos que fueran a prohibir estar en la calle después de las 11 [de la noche en South Beach]”, comenta muy frustrada.

“Sí alcanzamos a divertirnos un poco los primeros días, a eso venimos”, dice riéndose, “pero ahora, ¿qué vamos a hacer? Íbamos a cambiarnos a Fort Lauderdale [a 60 kilómetros al norte de Miami], pero nos enteramos que allá hicieron lo mismo”, dice muy desanimada.

La ciudad de South Miami Beach dio a conocer el 17 de marzo que todos los antros, restaurantes y bares debían cerrar a las 10 de la noche y que ninguna persona podía estar en la calle por ninguna razón hasta las 05:00 horas. De lo contrario, cualquier persona que viole el toque de queda, va a ser detenido, encarcelado y tendrá cargos criminales.

“¿Te imaginas? Es muy drástico, sólo queremos divertirnos, no vamos a hacerle daño a nadie, somos jóvenes igual que ellos alguna vez lo fueron y seguramente también vivieron su spring break al máximo”, se queja Mali.

“Ya ni siquiera podemos estar en grupo, dicen que nos vamos a enfermar; no queremos eso, pero somos jóvenes y estamos saludables, los que se están enfermando son personas ya muy grandes”, comenta. Después que el toque de queda fue impuesto para las ciudades de South Miami Beach y Fort Lauderdale y al mismo tiempo cerraran algunas playas, las autoridades pensaban que los jóvenes tomarían un poco de consciencia sobre la pandemia y pondrían de su parte para tratar de evitar cualquier contacto que pudiera ser de riesgo contagioso, pero no fue así.

“Ellos son así, son jóvenes, creen que son invencibles, que a ellos no les va a pasar”, comenta una residente del área de Miami Beach.

“Todos a esa edad hacíamos poco caso a las recomendaciones que nos hacían los adultos o las autoridades, creo que no están muy conscientes de que esto se trata de otra cosa”.

Clarissa W es asistente de enfermera en Wisconsin, pero nació y creció en Miami.

“Yo vengo para acá todos los años, amo mi ciudad, es la más divertida del país en esta temporada del año y no puedo creer lo que esta sucediendo”, dice muy sorprendida.

“Mis amigas y yo esperamos el spring break cada año y este no era diferente. Sólo que no contábamos con lo que está sucediendo en el mundo. Sí, es muy lamentable, pero no podemos quedarnos en nuestras casas sin hacer nada porque ni siquiera vivimos aquí”, afirma.

La policía de South Miami Beach hizo barricadas con información para todos los transeúntes; sin embargo, muchos de los jóvenes no quisieron tomar en cuenta las recomendaciones.

“Les pedimos que si iban a estar en grupo no podían sumar más de 10 personas y debían estar alrededor de metro y medio de distancia entre unos y otros, pero no hacen caso”, comenta un oficial, que pidió no mencionar su nombre.

“Estamos para cuidar a todas las personas, pero en situaciones tan delicadas como las que estamos viviendo debemos ser más estrictos porque, aunque a muchos les pueda parecer exagerado, estamos hablando de enfermarnos o no y de ahí la vida se pone en juego y sí, son jóvenes, pero nadie sabe cómo le puede ir.

“Sí queremos ser responsables, entendemos lo que dicen las autoridades, no deseamos lastimar a nadie ni faltarle al respeto; sólo queremos aprovechar estos días y divertirnos”, dice Clarissa. “Es muy difícil hacer algo que nunca habíamos tenido que hacer, como eso de estar en una reunión, pero todos separados, a distancia; es raro, se siente raro”.

Entre el 14 y el 19 de marzo, los jóvenes prácticamente no obedecían en su totalidad las recomendaciones de las autoridades de South Miami Beach y Fort Lauderdale.

Desde que se impuso el toque de queda entre 11 de la noche y las 05:00 horas seguían reuniéndose masivamente en playas, antros y bares. Dadas las circunstancias, se ordenó cerrar todos los locales, incluyendo tiendas y todo tipo de establecimientos; salvo supermercados, farmacias y gasolinerías.

A partir del día 20 de marzo prácticamente los jóvenes desaparecieron. “No es que se hayan ido todos, algunos sí; pero otros decidieron tomarlo con más calma y divertirse en compañía, pero guardando la distancia y sin tanto escándalo y sobre todo respetando las indicaciones”, finaliza el oficial.

“Lo importante es que aprendan que el mundo esta cambiando y deben aprender a sobrevivir. Ya vendrán otros jóvenes para que la pasen bien”, concluye un residente. El coronavirus en EU suma 19 mil 671 casos y 252 decesos.

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