Washington
.- Un alto funcionario migratorio del gobierno del presidente Donald Trump defendió la gestión de Estados Unidos para bloquear casi todas las solicitudes de asilo de migrantes en la frontera con México , diciendo el viernes que es necesaria para reducir el enorme número de casos de inmigración atrasados.
Ken Cuccinelli
, jefe interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigración, le dijo el viernes a The Associated Press que la decisión de la Corte Suprema de esta semana que permitirá que regulaciones de amplio alcance entren en vigor mientras prosiguen las impugnaciones a esas normas fue una gran victoria para el gobierno.
“No hay forma de menospreciarla”, dijo.
La nueva política federal le negaría asilo a casi todos los migrantes que llegan a la frontera sur y no son de México porque descalifica a cualquiera que pase por otro país y no haya solicitado asilo allí primero. Aunque las autoridades dicen que es un esfuerzo crucial para quitarle presión al sistema, también representa un potente efecto disuasorio.
La norma afecta principalmente a centroamericanos, sobre todo a hondureños y guatemaltecos, porque representan la mayoría de las personas arrestadas o detenidas en la frontera.
Juan Carlos Perla
, de 36 años, dijo el viernes que muchas personas que intentan obtener asilo provenientes de El Salvador , su país de origen, han regresado, incluso primos que se quedaron con él en una casa rentada con muebles donados en las afueras de Tijuana .
“La gente sabe que no va a pasar. Están desesperados. A muchos no les gusta aquí. No es fácil la vida”, dijo.
Pero también es un enorme revés para otras personas que tratan de obtener asilo, entre ellos muchos africanos, haitianos y cubanos que intentan entrar a Estados Unidos a través de México .
Quizás sea el cambio más grande a la política de asilo de Estados Unidos desde que fue establecida en 1980, y la medida con más consecuencias de la dura política de Trump para restringir la inmigración, un tema distintivo mientras se encamina a la campaña por su reelección.
Los críticos han acusado al gobierno de cerrar la puerta despiadadamente a personas que huyen de persecuciones y abandonar la tradición humanitaria de Estados Unidos.
Muchas de las autoridades que toman decisiones en solicitudes de asilo consideran que las nuevas regulaciones están mal, según Michael Knowles , un agente de asilo y vocero del AFGE National CIS Council 119, que representa a agentes de asilo.
“Nos piden hacer algo que creemos que, en el mejor de los casos, es inmoral e ilegal, y, en el peor, un enorme abuso a los derechos humanos. Crea un dilema moral para los agentes de asilo porque se les hace sentir cómplices a nivel individual en ese abuso”, dijo.
Avril Benoit
, directora ejecutiva del grupo humanitario Médicos Sin Fronteras, dijo que las regulaciones garantizan que las personas vulnerables serán explotadas, obligadas a esperar “en alberges sobresaturados o en la calle en ciudades inseguras a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos , donde serán víctimas de robos, extorsión y secuestros”.
Funcionarios públicos han desestimado las preocupaciones sobre la seguridad, argumentado que se han logrado avances humanitarios significativos en países como El Salvador y Guatemala . Cuccinelli elogió los esfuerzos del gobierno de Trump , que dijo están trabajando para alcanzar alianzas duraderas.
De acuerdo con otra política del mandatario, que entró en vigor en enero, más de 40 mil personas que solicitan asilo se han visto obligadas a esperar en México mientras sus casos pasan por las saturadas cortes inmigratorias.
Incluso antes de que esas nuevas restricciones entraran en vigor, muchos estaban dándose por vencidos mientras esperaban en peligrosas ciudades fronterizas de México . Gustavo Banda , quien opera el albergue Embajadores de Jesús en Tijuana para unos 600 migrantes, dijo recientemente que aproximadamente la mitad de los residentes que fueron regresados de Estados Unidos a México para que esperaran su audiencia ya volvieron a casa.
agv