San José.— Ningún gobierno de América Latina y el Caribe dedica en sus presupuestos más del equivalente a 0.1% del Producto Interno Bruto (PIB) a atacar la violencia a las mujeres. El dato lo aporta una autoridad mundial: la mexicana Carmen Moreno Toscano, directora general de 2003 a 2008 del Instituto Internacional de la Organización de Naciones Unidas para la Capacitación y la Promoción de la Mujer y secretaria ejecutiva de 2009 a 2019 de la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
En entrevista con EL UNIVERSAL, Moreno, de 81 años, con 60 en la cancillería mexicana y embajadora de México en Nicaragua desde julio de 2019, analiza la situación de las mujeres.
—Ya las mujeres asumieron su mayoría de edad, están tomando los espacios públicos y en su vida privada la situación ha cambiado mucho. La reacción en México da idea de que en México también alcanzó otros niveles. Cuando estaba en la OEA me preocupaba mucho que cuando había un feminicidio en Argentina, las argentinas salían a protestar y cuando había uno en México no salía nadie. Ahora salen a protestar en México. Las mexicanas tomaron conciencia de que es deber de todas protestar contra la violencia a las mujeres. No podemos permanecer indiferentes ni tolerar que no se haga justicia.
—La impunidad en México por feminicidios es impresionante y no debe existir. Han subido las penas en el Legislativo (...) la investigación de los crímenes y la procuración de justicia está rezagada. Lo que sucede es muy importante porque nos llevará a otro nivel de cultura, civilización, libertad. Las mujeres no pueden ser libres si no pueden salir de sus casas sin miedo. No pueden ser libres si dentro de sus casas las matan. Lo peor es que las matan personas que son o fueron cercanas a ellas. Eso es tremendo: les produce una vulnerabilidad muy fuerte. Es necesario que los hombres comprendan que las mujeres no son objeto ni propiedad de nadie y son personas. La lucha por la igualdad, hombres y mujeres con iguales derechos empezó hace muchísimo, sigue y me da gusto que se extienda en México.
—La Comisión Interamericana estudió los presupuestos de América Latina y el Caribe y ningún país utiliza más de 0.1% del PIB en luchar contra la violencia a las mujeres. Es un problema gravísimo.
—Sí. Lo más trágico que para mí demuestra eso es la inconciencia de los que toman esas decisiones. Necesitan elaborarlos con perspectiva de género. Si vamos a hacer políticas sobre la mujer para promoverla, asegurar su vida y libertad, hay que dedicar recursos y no sólo hacer leyes. Eso debe filtrarse a todos los niveles. Parlamentos y ministerios de Hacienda tienen la responsabilidad de tomar conciencia de la igualdad de género y adoptar decisiones presupuestarias con esa idea en su cabeza y en su pluma.
—Gran instrumento de cambio para bien e incluyo a redes sociales. Las nuevas tecnologías son invaluables en lograr igualdad, paridad, derechos y combatir la violencia. Hay medios tradicionales, como la televisión, con cosas verdaderamente aberrantes de mucha violencia a las mujeres y deben impedirse. No es libertad de expresión, es libertinaje. La sociedad no será mejor si se fomenta la violencia.