Harare.— El ex presidente de Zimbabue Robert Mugabe, depuesto por un golpe militar en noviembre pasado, anunció ayer que no votará por el ex vicepresidente y actual jefe de Estado, Emmerson Mnangagwa, en las elecciones presidenciales que se celebran hoy en el país africano.
Mugabe, de 94 años, dijo que no puede apoyar a quien llegó al poder ilegalmente y que ahora está acosando a él y su familia, en alusión al candidato del partido gubernamental Zanu-PF, que el depuesto presidente había dirigido durante décadas. Durante una conferencia de prensa convocada a última hora en su residencia en Harare, Mugabe insinuó que probablemente dé su voto en las elecciones al líder opositor Nelson Chamisa.
“Sus mítines electorales están bien concurridos (...) Si gana, me gustaría encontrarme con él”.
“Por primera vez, disponemos de una larga lista de aspirantes al poder”, subrayó el expresidente. “No puedo votar por aquellos que no me trataron bien, elegiré entre los otros 22 candidatos”, añadió.
“Confío en que las elecciones servirán para derrotar al actual gobierno militar”, afirmó Mugabe.
Mnangagwa se congratuló por el clima de “paz” durante la campaña electoral, al contrario de lo que sucedió en las precedentes elecciones. Durante su larga permanencia en el poder, que comenzó cuando Zimbabue logró su independencia del Reino Unido en 1980, Mugabe muchas veces actuó de forma brutal contra el partido de Chamisa, el Movimiento por el Cambio Democrático. Tras el golpe militar, Mugabe apenas ha hecho declaraciones públicas.
Casi dos semanas después de la asonada, su antiguo vice, Mnangagwa, fue elegido nuevo presidente por los diputados del partido ZANU-PF. El líder de los golpistas, Constantino Chiwenga, ocupa ahora el cargo de vicepresidente. En las elecciones de hoy se prevé una final reñida entre Mnangagwa y Chamisa. Si ninguno de los dos alcanza la mayoría de votos, habrá una segunda vuelta el 8 de septiembre.