Washington.— Ross Perot, el multimillonario que sacudió la política de Estados Unidos al competir dos veces como candidato independiente a la Casa Blanca, murió ayer en su casa de Texas. Tenía 89 años y un pasado de empresario, héroe y filántropo.
“Vimos convertirse a papá en el Bill Gates de 1960. Como le digo a mis hijos, Fortune dijo que fue el texano que se hizo más rico, más rápido nunca”, explicó su hijo Ross Perot Jr., en una entrevista con Dallas Morning News el pasado año.
“Un verdadero patriota estadounidense y un hombre de rara visión, principio y profunda compasión, tocó las vidas de innumerables personas a través de su apoyo inquebrantable a los militares y los veteranos y a través de sus esfuerzos caritativos”, dijo su familia en un comunicado.
El magnate murió en Dallas tras una batalla de cinco meses contra la leucemia, según el diario local Dallas Morning News.
Perot tuvo un impactante desempeño como candidato independiente en la carrera presidencial de 1992 en la que el demócrata Bill Clinton fue electo presidente, capturando 19% de los votos y desviando el apoyo conservador.
En 1996, Perot volvió al ruedo, esta vez nominado por el Partido de la Reforma. Pero no le fue tan bien, y Clinton resultó reelecto en Estados Unidos.