Londres.— La inglesa Shamima Begum, quien en 2015 viajó a Siria para unirse al Estado Islámico (EI) y a la que el gobierno británico despojó de su nacionalidad cuando en febrero quiso volver al Reino Unido, perdió a su bebé recién nacido, reveló el abogado de la familia Tasnime Akunjee.
Akunjee recordó en un tuit que Jarrah, nacido el 17 de febrero y fallecido el pasado jueves, aparentemente de neumonía en un campo de refugiados sirio, “era un ciudadano británico”, como reconoció el ministro británico del Interior, Sajid Javid, al retirarle la nacionalidad a la joven de 19 años el mes pasado. La portavoz de Interior de la oposición laborista, Diane Abbott, acusó a Javid de haber actuado de forma “inhumana” y subrayó que “un niño inocente ha muerto como resultado de que a una mujer británica se le despojara de su nacionalidad”.
El pasado 22 de febrero, la familia de Begum anunció que recurriría ante los tribunales por la iniciativa contra la joven, quien se fue a Siria a los 15 años, y pidió a Javid que hiciera lo posible por traer a este país al bebé.
El ministro mantuvo en todo momento que sólo podrían rescatar al pequeño si la madre y el hijo se desplazaban hacia un país donde hubiera asistencia consular británica, como Turquía. La decisión de Javid, de retirar la nacionalidad a Begum, supuestamente pensando que tenía la de Bangladesh (lo que este país negó), causó una gran polémica en Reino Unido, y la oposición aludió al deber del Estado hacia una ciudadana que era menor de edad en el momento de los hechos.
Begum, que vivía en Bethnal Green, en el este de Londres, se fue a Siria con dos compañeras de instituto —una de las cuales falleció en el país árabe— con la presunta intención de casarse con un combatiente del EI, tras ser captada por internet.
Ahí se unió al yihadista holandés Yago Riedijk, con el que tuvo otros dos hijos que también perdió y quien hace unos días solicitó al gobierno de Holanda poder regresar al país con su esposa y el tercer bebé, lo que Ámsterdam rechazó.